Valencia, 3 de noviembre de 2021. “Que todos los niños sanen del cáncer, no queremos más niños con cáncer“, fue la petición que hizo el niño Reiver Rojas, paciente oncológico de 10 años de edad, a la Virgen del Socorro; patrona de Valencia, Carabobo, durante una visita a la Catedral junto a un grupo de niños con cáncer.
Rojas es uno de los 70 pacientes oncológicos pediátricos que agrupa la Fundación de Ayuda al Niño con Cáncer en Carabobo (Fundanica). Hace más de dos años fue diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda y desde entonces solo tiene un deseo: la sanación de todos sus compañeros que sufren la misma enfermedad. Rojas vive en Tocuyito, municipio Libertador y viaja hasta Valencia para recibir tratamiento en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet).
Para la directora de Relaciones Institucionales de Fundanica, Virginia Segovia de Bolívar, la situación de los pacientes oncológicos pediátricos en Carabobo es “dramática”. Falta de insumos básicos y medicamentos en los hospitales, laboratorios públicos inoperativos, fallas en los servicios básicos y déficit de personal son algunas de las dificultades que atraviesan los niños con cáncer y sus familiares.
“Venimos a este llamado de auxilio por la situación que tienen nuestros niños en los hospitales. Sin medicinas, sin instrumentos, sin exámenes de laboratorio, sin servicios públicos“, expresó Segovia de Bolívar desde la Catedral de Valencia.
La vocera de Fundanica denunció que la Unidad de Oncología del Hospital Universitario Dr. Ángel Larralde, ubicado en Naguanagua, se encuentra en precarias condiciones. Manifestó que la falta de un menú balanceado, agua potable, medicinas, artículos de limpieza, sumado al déficit de personal de enfermería y camilleros complican la atención de los pacientes con cáncer.
“De verdad que son condiciones infrahumanas, nuestros niños merecen mejor que eso“, enfatizó.
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La decadencia no solo es exclusiva de ese centro de salud, sino que se replica en otros nosocomios como la Chet, también conocido como Hospital Central de Valencia. Mirlenis Azuaje es madre de una niña con cáncer, comentó que durante los meses que su hija recibió quimioterapia en el hospital más grande de Valencia, la falta de insumos fue una constante.
Relató indignada que para que le suministraran tratamiento a su hija, debía llevar el yelco, adhesivo, alcohol y realizar los exámenes de sangre en laboratorios privados.
En la estadía en la Chet, a Azuaje también le tocó llevar insumos de limpieza, agua y asear la habitación donde estaba recluida su hija.
“Nosotros pasamos necesidades cómo no tienen idea, hasta por una inyectadora, por un algodón, por cualquier cosa y hay muchas personas que nos miran mal. A veces nos piden sangre y tenemos que hacer de tripas, corazón, para conseguir esa sangre porque nadie quiere donar sangre. Nos dicen que tenemos que esperar, se han muerto muchos niños“, señaló la representante.
De acuerdo con las estadísticas de Fundanica, en lo que va de año han fallecido, al menos, 32 niños con cáncer en Carabobo. Virginia Segovia precisó que hace cinco años tenían agrupados a 350 niños en la fundación, ahora solo quedan 70.
Hizo un llamado a las autoridades a cumplir con lo establecido en la Constitución y garantizar el derecho a la salud de los venezolanos.
Corresponsalía del estado Carabobo
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