Este 31 de diciembre se confirmó el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI a los 95 años. La información fue confirmada por la prensa Vaticana en redes sociales. El sumo pontífice se enfrentó a varios problemas de salud en los últimos meses a raíz de su avanzada edad.
La salud de Joseph Ratzinger, nombre secular del vicario, empeoró el pasado 23 de diciembre. De acuerdo con los informes comenzó a sufrir problemas respiratorios y requirió asistencia médica.
Su secretario, quien se encontraba de vacaciones navideñas en Alemania, regresó a la Santa Sede y precisó que el papa se encontraba “estable dentro de la extrema gravedad”. Poco después que el papa Francisco hiciera sonar la alarma sobre el estado de su predecesor y pidiera una oración especial en su honor, el obispo emérito de Roma se despidió de este mundo en su residencia en la Ciudad del Vaticano.
FALLECIÓ BENEDICTO XVI, EL PAPA EMÉRITO, A LOS 95 AÑOS
Antes de Navidad, Francisco habló de él como “un santo, un hombre de elevada vida espiritual”, y explicó: “Le visito a menudo y me edifica su mirada transparente. Vive en la contemplación… Tiene buen sentido del humor, es lúcido, muy vivo, habla en voz baja pero sigue la conversación. Admiro su lucidez. Es un gran hombre”, recogió AP.
Joseph Aloisius Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl, Alemania. Participó como asesor teológico en el Concilio Vaticano II, posteriormente se le nombró arzobispo de Múnich y Frisinga, así como cardenal en 1977.
En 1981 fue llamado a Roma para ser prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por Juan Pablo II, quien años más tarde lo nombró decano del Colegio cardenalicio y, como tal, cardenal-obispo de Ostia en 2002. Tres años después lo eligieron como sucesor del papa . Esto lo convirtió en el 265º representante de la iglesia católica y séptimo soberano de Ciudad del Vaticano.
Luego de ocho años como líder religioso y con diversos problemas de salud, renunció a su cargo el 28 de febrero de 2013, convirtiéndose en el primer papa emérito en más de seis siglos. Para ese entonces, contaba con 85 años.
“Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”, fue parte de su discurso de despedida el 11 de febrero de 2013.
UNA VIDA POLÉMICA
Pese a su retiro de la vida pública, la trayectoria personal del prelado no pasó desapercibida y muchos la consideraron una de las más controversiales. Antes y después de su pontificado se le involucró con varias crisis y controversias, entre ellas acusaciones de corrupción.
Desde su paso por las Juventudes Hitlerianas hasta su defensa de la ortodoxa católica, el papa emérito será recordado por su firme oposición a ciertos aspectos del modernismo y renovación dentro de la Iglesia. Algunos de sus escándalos más prominentes fueron:
- Relaciones con el Islam: el pontífice ofreció una conferencia en la Universidad de Ratisbona, en el año 2006, en la que se refirió a algunas enseñanzas islámicas como “obscenas e irracionales”. Como era de esperarse, esto provocó protestas y disturbios en varios países musulmanes, recordó Debate.
- Ordenación de mujeres: otro de los temas más debatidos en su mandato fue la oposición a la investidura de mujeres como sacerdotes de la Iglesia Católica. El papa afirmó en 2007 que no tenía “autoridad” para esta designación y que por tanto, las enseñanzas “no podían cambiarse”.
- Homosexualidad: Benedicto XVI también se enfrentó a cuestionamientos por rechazar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Incluso afirmó al comienzo de su papado que esta unión era “contraria a la ley natural” y poco después se opuso a la aprobación de leyes que permitieran los casamientos.
- Abusos sexuales por parte de sacerdotes: durante su cargo emergió una ola de denuncias por abusos sexuales propiciados por sacerdotes en todo el mundo. Se le acusó de no haber hecho lo suficiente para sancionar a los culpables y proteger a los menores de edad involucrados.
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Al igual que su sucesor, se espera que los rituales funerarios de Benedicto XVI se realicen en la Basílica de San Pedro o en la plaza y los presida Francisco. Además será sepultado en la gruta debajo de la basílica.
Debido a su posición como papa emérito, no se aplicará la reunión del cónclave para la elección de un nuevo líder. Sin embargo, puede que el velatorio cuente con la participación de delegaciones oficiales de todo el mundo, detalló AP.
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