Venezuela no necesita candidatos, los cómplices del régimen quieren hacer creer que sí. Venezuela lo que requiere es liderazgo, una oposición real que se oponga al chavismo y no que secunde todos los escenarios que prefabrica.
No impresiona la cantidad de presuntos candidatos que furtivamente “aspiran” ser presidente, los hay de todo tipo y género: Unos muy jóvenes, otros no tanto. Algunos trillados por conocidos, así como también desfilan los totalmente desconocidos. Preparados y onagros absolutos.
Hombres, mujeres, partidistas, independientes, hasta los que desafían la carta magna por ocupar cargos dentro de jerarquías religiosas… en fin, pero ninguno muestra un camino, solo prestan su nombre a una contienda totalmente al margen de la constitución y de todo precepto democrático. Estos nefastos personeros ensanchan la lista de la sombría Oposición del Siglo XXI.
Leandro Rodríguez Linárez | ¿Cómo recuperar nuestra democracia?
Seguimos insistiendo, ya es una tradición nuestra, también una anticipada advertencia: Creer que el régimen va a permitir se midan en unas pretendidas primarias candidatos de una oposición real, con probabilidades de triunfo, es ser exageradamente inocente, por no usar un calificativo soez. Tan es así, que día a día es más probable que el ahora G3 fuerce un candidato por consenso, pues no tiene la menor oportunidad de salir triunfante, a parte, será bien recompensados sí así lo hicieren.
Es una irresponsabilidad, o un muy buen negocio, participar en un proceso electoral donde especialistas denuncian que más del 60% del registro electoral no presentan dirección de habitación, es inauditable.
- Más de 3 millones de votantes yacen fuera del territorio sin posibilidades de ejercer el derecho al sufragio.
- El máximo árbitro electoral (y todas las instituciones del Estado) son tentáculos del Psuv.
- Cuando es por todos conocidos todos los ardides que el régimen implementa el día de las elecciones, entre un sinfín más de arbitrariedades, ilegalidades.
Leandro Rodríguez Linárez | El Renacimiento de Venezuela
Lo más importante, la abstención no es un lineamiento político, es una reacción/rechazo popular, espontánea, ante instituciones secuestradas, corruptas e inútiles. Además, el régimen anuló el poder del voto toda vez que no premia, castiga ni genera cambios. A todo esto, súmele una oposición desconectada, ilegítima, en descarada cohabitación con el chavismo. Mientras esta realidad persista el venezolano continuará absteniéndose como lo ha hecho desde 2017.
Cuál es la excusa de quienes mandan a los ciudadanos al matadero electoral “Que sí votamos ganamos” ok, pero parece olvidan que se ha “ganado” y muchas veces, incluso el poder más importante (el parlamento) con votación histórica y nada cambió, porque las instituciones psuvizadas hicieron su trabajo. Lo mismo harán sí se ven obligados entregar la presidencia, el presidente tendrá en su contra la AN quién negará presupuestos, alianzas, salidas del territorio, convenios, partidas y pare de contar.
Leandro Rodríguez Linárez | ¡Llegó el Momento!
Frente a este planteamiento alegan que “el pueblo saldrá a defender su resultado”, entonces ¿Por qué no promueven esa lucha en defensa de nuestros derechos y libertades desde hoy que nada sirve, todo empeora y la inconstitucionalidad arraiga sus raíces? La razón no les asiste en nada, solo se evidencian sus lúgubres malas intenciones.
Venezuela no necesita candidatos, los cómplices del régimen quieren hacer creer que sí. Venezuela lo que requiere es liderazgo, una oposición real que se oponga al chavismo y no que secunde todos los escenarios que prefabrica.
Leandro Rodríguez Linárez | ¿Otro CNE?
24 años con un mismo manual que nos empuja a un destino trágico de diálogos distantes, secretos, entre mismos de siempre donde se reparten dádivas, cuotas de poder y recursos de campañas de subsecuentes elecciones absurdas, totalmente ilegales e ilegítimas, mismas que han sido la puerta de entrada a las desgracias del país ¿Vamos a seguir en eso? Sí las protestas que hoy tienen lugar en todo el país se mantienen apartidistas, exigiendo no solo un salario digno, sino el retorno de nuestra democracia y constitucionalidad, el país finalmente cambiará.
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