Enrique Ochoa Antich relató que el Caracazo 27F fue fenómeno espontáneo y el estado reaccionó de tal manera que produjo una masacre.
Durante muchos años los venezolanos creyeron que estaban progresando y de pronto surgió el Viernes Negro del 1983, que provoco las medidas neoliberales que afectó a los venezolanos, un quebrantamiento de una ilusión de progreso, según el activista Enrique Ochoa Antich.
Desde el Cementerio General del Sur, en la ciudad de Caracas, entrevista al activista político y defensor de Derechos Humanos, Enrique Ochoa Antich a través del programa Punto de Partida, conducido por Vanessa Davies.
Enrique Ochoa Antich relató que fue un fenómeno espontáneo “los bodegueros de los barrios empezaron a acaparar los alimentos, cuando los ciudadanos se enteraron empezaron a saquear las bodegas, ante esto los motorizados fueron el canal de difusión ¡Están saqueando en tal lugar!”
Así mismo se refirió a “Yulimar Reyes, como la primera asesinada en Parque Central, una mujer lideresa de izquierda, es decir, la protesta provenía de gente común por razones elementales no por un plan político” dijo, Ochoa.
El Estado produjo una masacre
“Sacaron las tropas a las calles. Soldados entrenados para la guerra, no para restablecer el orden público, las consecuencias son impredecibles, imponderables y lamentables. La mayor cantidad de muertos ocurrió luego de esa decisión, muchos recuerdan los edificios llenos de agujeros por balas”, comentó el activista.
Según COFAVIC, organización venezolana con mayor trayectoria en la documentación de violaciones a los derechos humanos ocurridas en el país desde 1989 “se levantó un registro estricto con un aproximado de 390 muertes, la morgue estaba rebosada de cadáveres” afirmó el activista Enrique Ochoa, quien pudo apreciar la lista de la morgue del 2 de marzo, después del 27 y 28 de febrero de 1989, “vimos ese espectáculo de muertos colocados afuera, cadáveres desnudos que no cabían dentro de la morgue” mencionó.
Luego de esto, quedó una lista de personas reportadas como desaparecidas y “se comenzó a escuchar un rumor de que aquí había en el Cementerio General del Sur había una fosa común”, Enrique Ochoa relató que intentaron introducir los casos a través de los tribunales ordinarios por crímenes cometidos en la calle para que la justicia ordinaria procediera.
La Peste
Enrique Ochoa se dirigió con la activista de COFAVIC, Liliana Ortega al Cementerio General del Sur, relató que en la visita observó el lamentable estado del cementerio “en ese momento se me ocurrió, hagamos una solicitud sin necesidad de hablar de la peste, sin necesidad de hablar del 27 de febrero, fue especie de atajo”.
Confirmó que a través de la solicitud lograron que se abriera la peste y se diera la orden de exhumación en el año 1991 con el equipo de médicos forense de argentina junto un médico forense antropólogo muy prestigioso. Enrique Ocho aseguró que en los indicios “conseguimos partes de cadáveres, se nos dijo como excusa que los hospitales a veces colocaban allí algunos cuerpos, era una fosa que usaba para otras cosas”.
Indicó que en el lugar del cementerio, en la montaña muy retirada, están las fosas comunes. Aseveró que La Peste proviene de La Peste que ocurrió en siglos pasados en Caracas a causa de la gripe española, estás fosas comunes estaban en La Peste dos.
Se determinó que se identificaron cadáveres desaparecidos del 27F, cuando se demostró que se consiguieron cuerpos del Caracazo ocurrido el 27 de febrero, inmediatamente volvió abocarse la justicia militar, los tribunales militares nos quitaron los caso por qué ya estábamos hablando del 27 de febrero, acto que no era un caso del Cementerio Sur y no continuó.
La masacre del 27 de febrero a 35 años del Caracazo, el estado sigue en deuda y va a quedar, según Enrique Ochoa Antich es una deuda tan vieja y la sociedad venezolana dolorosamente comienza a olvidarse de aquellos hechos
Había responsabilidad de algún oficial superior que habría dado la orden, esto tenía que haber sido objeto de una investigación para establecer una responsabilidad individual y no se hizo, dijo el activista de los Derechos Humanos.
La fiscalía, establecido una responsabilidad política, de Carlos Andrés Pérez, pero no hay una responsabilidad directa de los oficiales que habían cometido unos determinados crímenes, los que ordenaron disparar tenían que haber ido a los tribunales, haber dicho yo disparé por qué a mí me ordenaron y así establecer de dónde provino la orden para poder conocer la causa de la mayor masacre de nuestra historia y quizás una de la masacre más importantes de la historia de América Latina.
Enrique Ochoa Antich como protagonista defensor del 27 de febrero, hace un llamado al Estado para que asuma sus responsabilidades, puesto que le han temido al tema militar. “De esas investigaciones no hay resultados, los casos siguieron durmiendo el sueño de los justos durante todo el periodo, bajo la justicia militar”, dijo el Ochoa.
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