19 abril, 2024

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Nicmer Evans | Lucha de docentes deben evitar intromisión de partidos políticos para no desvirtuarse

militares venezolanos - protestas

Las protestas encabezadas por los gremios docentes para exigir incrementos salariales, aunque continúan en febrero, han generado dudas en algunos sectores sobre la posibilidad de que se mantengan en el tiempo o permanezcan desvinculadas de movimientos político-partidistas, que buscan capitalizar la movilización social. Por ello consultamos la opinión del politólogo Nicmer Evans.

Hasta la fecha las manifestaciones -que durante enero superaron las 580 acciones de calle según cifras del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs)-, han estado circunscritas a exigencias de derechos laborales, sin figuras particularmente visibles en términos de liderazgo, a excepción de la profesora e integrante de la Coalición Sindical Nacional, Elsa Castillo.

Distintos analistas consultados por El Tiempo, advierten que para lograr que la lucha magisterial y de los trabajadores de la administración pública sea efectiva y cumpla las metas trazadas, debe permanecer alejada de los representantes de la atomizada oposición venezolana. De lo contrario, las protestas de los profesores se desvirtuarían.

Opinión de Nicmer Evans

El politólogo, director de Visor 360 consultores, de la Plataforma Comunicacional Punto de Corte y fundador del Movimiento por la Democracia e Inclusión (MDI), Nicmer Evans, indica que el gremio y los sindicatos docentes, tienen sus propios liderazgos, por lo que sería un error que el sector político-partidista se inmiscuya.

“La lucha de los trabajadores tiene que ser gremial, articulada profundamente con todo el tejido de la sociedad civil. Pero no creo que requiera un liderazgo ‘artificial o impuesto’ del sector de los partidos políticos. No necesita que este los arrope, los sustituya o los encabece”, explicó.

A juicio de Evans, en este tipo de “intromisiones” es donde radican los errores fundamentales de la movilización social y la resistencia que ha tenido lugar en los últimos años, por lo que podría perderse el sentido de la lucha de las últimas semanas.  

“Ello conduciría al deterioro de este nuevo envión de lucha social y no va a tener entonces la posibilidad de tener repercusiones políticas. Porque el sector social aspira a tener repercusiones políticas en los cambios, pero ya no solamente en el Gobierno sino también en la oposición venezolana para que los liderazgos políticos, se ‘pongan los pantalones largos’ y puedan, ejercer una orientación y conducción adecuada”, agrega Evans.

Liderazgo y polarización

Según los analistas consultados, la falta de visibilidad de figuras dentro de las protestas hace que el Gobierno no dirija sus ataques hacia voceros específicos para desacreditarlos y deslegitimarlos y, en cambio, haya insistido en la narrativa del “bloqueo económico” por parte de EE.UU. para justificar la falta de recursos que permitan un ajuste salarial acorde con las exigencias gremiales -que muchos expertos apuntan deberían rondar los $400 y $500-.

Nicmer Evans alerta que los partidos políticos deben dejar de incidir en el control de estos dirigentes gremiales y evitar manipularlos.
“Es lo que estoy viendo que está sucediendo en este momento y que pone en riesgo la lucha de estos gremios”.

Es allí donde, a su juicio, “apuesta el Gobierno para dividir al movimiento sindical y gremial” y generar distorsiones en su lucha y, por lo tanto, lograr la disolución de la capacidad de movilización. “Debemos tener muchísimo cuidado en ese sentido”, acota Evans.

Con información de El Tiempo VE: Rodolfo Baptista / Rafael Arias

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