Usain Bolt y Michael Phelps: los grandes ausentes de las Olimpiadas de Tokyo

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Caracas 20 de Julio de 2021. Usain Bolt y Michael Phelps compartieron por años ese lugar de privilegio destinado para las glorias olímpicas. El jamaiquino dominaba la tierra mientras que el estadounidense era el dios del agua. Los Juegos de Tokio 2020 extrañarán a los dos atletasmás dominantes del siglo. E

El nadador estadounidense ganó 28 preseas en cuatro ediciones, 23 de ellas fueron doradas.

La historia olímpica de Phelps comenzó a gestarse en Atenas 2004. En la tierra de los dioses, el nadador se apoderó de las aguas con ocho medallas en las ocho pruebas en las que compitió. Seis de oro y dos de bronce fueron suficientes para mandar el claro mensaje de que una nueva deidad había llegado al olimpo. 

En Beijing 2008 el Tiburón de Baltimore no hizo más que refrendar las sensaciones. Si las ocho medallas de Atenas parecían insuperables, el estadounidense mejoró el registro y los dos bronces del 2004 los convirtió en oro, subiendo a lo más alto del podio en cada una de sus pruebas. 

A partir de ahí, el valor de Michael Phelps radicó en su capacidad para hacer del tiempo una cuestión relativa. En los Juegos Olímpicos de Londres, cuando algunos le ponían ya el mote de veterano, Phelps sumó otras seis medallas, cuatro de ellas de oro y dos platas. 

Los Juegos Olímpicos de Río, en el 2016, ya consolidado como el más grande de todos los tiempos, fueron lo más parecido a un homenaje a la continuidad. El estadounidense se quedó muy cerca de ganar seis metales dorados, sin embargo, Joseph Schooling, de Singapur, lo derrotó en los 100 metros mariposa, la prueba que elevó a Phelps a latitudes insospechadas y que en el cierre de su carrera lo descubrió humano, cuando llegó el momento de decir adiós. 

La figura de Usain Bolt es igual de apasionante. Su legado quedó en ocho medallas olímpicas, todas de oro, como si el velocista no entendiera otra forma de competir más que ganando.

Aunque parezca difícil de creer, en Atenas, su juventud y una lesión le jugaron en contra, sin embargo, fue en los Juegos de China, en el 2008, donde tomó el mando y nunca más lo soltó. Individualmente, el jamaicano ganó de forma inapelable sus dos pruebas, los 100 metros y los 200, sin embargo, una descalificación en el relevo de 4×100 debido a un dopaje de su compañero Nesta Carter le quitaron un oro que parecía cantado. 

Para el 2012 Bolt ya llegaba con la etiqueta de fenómeno. El récord mundial implantado en 2009, donde corrió los 100 metros en 9.58 segundos, hablaban de un atleta superior. El velocista no decepcionó y nuevamente se mostró intratable, al ganar tres preseas doradas, con récord olímpico incluido al correr los 100 en 9.63 segundos. Además de la revancha que supuso la victoria en el relevo, esa que una cuestión ajena le había negado. 

En Río 2016, el veterano demostró una vez más su complicidad con el tiempo. Pese a que los años no suelen pasar en vano, el jamaicano puso fin a su carrera con otros juegos perfectos, al ganar los tres oros, en las tres pruebas de siempre. El rey de la velocidad había dado su última gran exhibición. 

Se escribirán más historias en Tokio 2020, la gimnasta Simone Biles está llamada a convertirse en una leyenda más de la justa, sin embargo la ausencia de Bolt y Phelps se sentirá en los próximos Juegos Olímpicos.

Con información de Mundo Deportivo

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