Caracas, 23de agosto de 2021. Óscar Misle, fundador de Cecodap, ofreció este lunes una entrevista a Circuitos Éxitos en la que se refirió al impacto que tienen las creencias familiares en el desarrollo emocional de los niños.
“La creencia es una percepción que se tiene sobre algo, una cosa que hemos instalado consciente o inconscientemente, que automáticamente la repetimos. Por ejemplo, los niños son paginas en blanco, que hay que suminístrale toda la información, porque no tienen conocimiento de lo que está pasando”, explicó el educador y terapeuta al periodista Roman Lozinski.
Misle, se refirió a los refranes que se repiten generacionalmente en los hogares, y que en su mayoría, pasan a regir la percepción de los niños en cuanto a la vida.
“Por ejemplo, cuando le decimos al niño, “árbol que nace torcido, nunca su rama endereza” (…) Esto lo decía la abuela, “el que nace barrigón, ni que lo fajen chiquito”. “El morrocoy no sube palo” (…) Utilizamos refranes que tienen una percepción sobre algo, entonces el niño va creyendo que las cosas son así, y lo que se hace es no estimular al niño en cuanto a la toma de decisiones, creando restricciones sobre distintos temas”, detalló.
“Otro ejemplo es cuando le decimos al niño, que “loro viejo no aprende hablar”, se asume que cuando una persona tiene una determinada edad para aprender un idioma, iniciar un estudio universitario, no puede alcanzarlo (…) Son resistencias al cambio, y de las posibilidades de aprender formas diferentes de pensar”, añadió.
En cuando a cómo identificar estas creencias erradas en la educación de los niños, Misle explicó que para lograr precisar estas ideas pragmáticas, se requiere un trabajo de revisión interno.
“Las creencias están instaladas inconscientemente, fueron instaladas por qué se consideró que esa la forma real y verídica de ver el mundo (…) Entonces, para identificar aquellas creencias que mi limitan, que me crean resistencias, que me sabotea internamente para crecer y emprender, se requiere un trabajo de revisión interna (…) Hay que evaluar la conducta del niño, su percepción, sus puntos de vistas, y evaluar cuanta de aquellas cosas que hemos enseñado están erradas”, puntualizó.
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