Caracas. Además del duelo por el fallecimiento este jueves de la reina Isabel II, ahora hay una preocupación, pues el mundo se pregunta qué pasará con sus perros.
Isabel reinó por 70 años y en ese lapso estuvo acompañada por al menos 30 perros de la raza corgi, todos descendientes de su primera mascota: Susan.
El el libro “All the queen corgis” explican que el cuidado de los perros recayó algunas veces en mayordomos, “pero casi siempre en la asistente de la reina, Angela Kelly, y al paje Paul Whybrew, quienes aparecieron junto a Isabel II en el spot de los Juegos Olímpicos de Londres”.
Susan fue un regalo que la reina recibió de su padre, el rey Jorge, en su cumpleaños 18. La mascota murió en 1959 y su lápida fue diseñada por la propia Isabel.
Pero de Susan nacieron 14 generaciones de perros corgi que la reina crió en el Palacio de Buckingham. La soberana dejó de hacerlo cuando cumplió 90 años de edad y su salud empezó a deteriorarse. No quería dejarlos abandonados.
El último corgi que domesticó fue Willow, fallecido en 2018. Tres años más tarde la reina recibió un regalo por parte de su hijo Andrés: dos pequeños dorgis -un cruce de dachshund y corgi-, Muick y Fergus.
Consuelo en la viudez
El obsequio tenía la intención de animarla durante la hospitalización del príncipe Felipe, su esposo, que finalmente murió el 9 de abril de ese año.
Los perros sirvieron de consuelo a la reina Isabel, que los paseaba por el castillo de Windsor. Fergus murió de forma inesperada en mayo de 2021.
El destino de Muick parece estar decidido. “Imagino que los perros seguirán con la familia, probablemente con el príncipe Andrés porque él fue quien se los obsequió a la reina. El corgi y el dorgi son muy jóvenes”, dijo en una entrevista con Newsweek la biógrafa real Ingrid Seward.
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