Caracas, 29 de enero de 2018
De acuerdo al analista y presidente de la firma Datanalisis, Luis Vicente León, la decisión de adelantar las elecciones presidenciales evitará al gobierno “el paso de un tiempo que será demoledor en materia económica, con una crisis de hiperinflación e hiperdevaluación”.
Asimismo asegura que la convocatoria, “encuentra a una oposición descolocada, desestructurada y fracturada, que difícilmente podrá articularse para enfrentar unida una elección presidencial”
León prevé que ante la falta de acuerdo, “saldrán al ruedo candidatos irreverentes o outsiders que representarán una oferta electoral alternativa, por lo que resulta difícil imaginar una llamado unitario a la abstención”.
Por otra parte, considera poco probable que los abstencionistas tengan una posición pasiva.” lo más probable es que estos grupos convoquen a la protesta a través de la abstención y la campaña ataque no sólo al gobierno sino a la oposición que decida participar”.
Dicha posibilidad reduciría la oportunidad de triunfo de la oposición, mientras en paralelo los abstencionistas tampoco lograrán enviar su mensaje. “El peor escenario”, advierte.
Sobre la razón de porque el gobierno espero hasta ahora para llamar a elecciones, el presidente de Datanalisis formula la hipótesis de que la contienda es “una pieza clave de negociación”·para lograr el reconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente y flexibilizar las sanciones.
Considera que las medidas internacionales contra altos funcionarios y que a su vez restringen el desenvolvimiento económico del gobierno “genera presiones internas entre quienes dentro del chavismo, no han sido aún castigados”, pero temen al respecto.
“Con las negociaciones trancadas alrededor de la ANC y las sanciones europeas ya lanzadas y en expansión, el atractivo del gobierno para convocar la elección se amplifica e incluso podría servir como último cartucho para presionar a la oposición (o parte de ella) a negociar”.
A pesar de grave crisis política y económica en el país, con las presidenciales, “el gobierno, lejos de ponerse en mayor peligro, podría fortalecerse frente a una población más pobre y más dependiente de las migajas”, aseguró el análista.
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