(Opinión) Putin ¿Huyendo hacia adelante? Por Guillermo Molina Yánez

(Opinión) Putin ¿Huyendo hacia adelante? | Por: Guillermo Molina Yánez
(Opinión) Putin ¿Huyendo hacia adelante? | Por: Guillermo Molina Yánez

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Caracas, 22 de marzo de 2022.- ¿La acción de la Federación Rusa en Ucrania cambiará el orden mundial posguerra Fría? Sí, por supuesto. Pero no de la manera que buscaba Vladímir Putin.

Pudiésemos decir que el misterioso ex agente de la KGB tenía varios objetivos, algunos muy ambiciosos, en la “Operación Especial” lanzada sobre Ucrania. Si embargo, es interesante evaluar los antecedentes de este conflicto, Putin a inicios de 2022 exigió que la OTAN regresara a las fronteras demarcadas luego de la Guerra Fría; esto significaría deshacer toda la expansión de la OTAN desde la década de 1990, cuando Rusia era demasiado débil para enfrentar dicha expiación. Lo que al pasar los años la OTAN se acercó peligrosamente a las zonas de influencia de la Federación Rusa.

Y es acá donde Ucrania pasa a tener un papel preponderante. Como ya se sabe Ucrania no es miembro de la OTAN. Sin embargo, es importante retroceder a estás intentonas de ingreso y nos encontramos con que en la cumbre de la OTAN en Bucarest en 2008, la administración Obama declaraba que veía en un futuro tanto a Georgia como Ucrania ser parte de la OTAN, sin embargo. En aquel entonces Francia y Alemania obstaculizaron dicha intención.

Actualmente, los países que comprenden la región de los balcanes representan un mayor riesgo de seguridad para Rusia que Ucrania. La frontera con Estonia se encuentra a pocos kilómetros de San Petersburgo, la segunda ciudad rusa más iimportante. Pero los países bálticos son miembros de la OTAN y por ende están protegidos por el artículo 5 del tratado la Alianza del atlántico norte, que establece que un ataque a un miembro obliga a todos los demás miembros a responder en conjunto.

Hasta ahora Rusia y la OTAN, parecen haber descartado la posibilidad de una confrontación directa. Este es el significado de la negativa de ambas partes a adherirse a la solicitud del presidente de Ucrania de establecer una zona de exclusión aérea. Las declaraciones de Putin de que las sanciones introducidas por los países de la OTAN equivalen a una guerra económica no han sido seguidas por acciones.

Si Putin se hubiera limitado al reconocimiento de la independencia de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, las sanciones europeas habrían sido mucho menos duras. Es importante recordar que Donetsk y Luhansk declararon su independencia ya en 2014 pero todo el mundo incluyendo Rusia, los consideraba parte de Ucrania. Se suponía que los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 pondrían fin al conflicto que se desataba entre el gobierno de Zelensky y los separatistas.

Estos acuerdos incluían una gran descentralización o lo que algunas han llamado “Finlandización” de Ucrania. Sin embargo, precisamente la ausencia de neutralidad de Ucrania a desatado estos acontecimientos ya que los países de la OTAN, especialmente la administración Biden, sostienen que la decisión de unirse a la OTAN es una decisión soberana de cada estado. En cambio, Rusia sostiene que los países deben tener en cuenta el contexto internacional y las “sensibilidades” hemisfericas.

La guerra parece haber sido definida por Putin. Aislado aún más de occidente, parece haber sido víctima de su propia narrativa entorno a Ucrania. Por un lado, una épica de que los ucranianos recibirían con bombos y platillos al ejército ruso y por otro lado, un país plagado de neonazis rusofobicos. Lo cual a falta de medios de comunicación independientes, lamentablemente es la “película” que compra la mayoría de los rusos, logrando incluso el incremento de la popularidad de Putin en Rusia.

También en el decadente occidente, especialmente en los Estados Unidos, el conflicto se presenta como una lucha entre el bien y el mal. Se olvidaron las dudas y denuncias sobre la corrupción en Ucrania y la laptop de Hunter Biden. El conflicto es visto como una lucha de la democracia (Ucrania) contra el totalitarismo (Rusia). Los países de Europa occidental han asumido esta perspectiva de los eventos.

Otro aspecto curioso es la solidaridad de toda la Unión Europea, incluso en países que se habían negado a aceptar a los migrantes árabes. Pudiésemos decir que desde hace mucho tiempo la opinión pública europea no estaban de acuerdo con el pensamiento de los gobiernos. Pero como todo no puede ser de color de rosa, podemos visualizar las alarmantes consecuencias que traerá consigo a Europa occidental el éxodo de mas de diez millones de desplazados, eso si tocar el aspecto energético y la crisis que se empieza a desatar; lo cual nos hace pensar en que tan conveniente fueron las medidas de la Unión Europea contra Rusia,

Mientras tanto, la guerra continúa y se estima que irá en escalada. Biden trata de convencer al mundo que este conflicto bélico no no se convertirá en una guerra entre Rusia y la OTAN. Los europeos no están convencidos de como se han emprendido las sanciones contra Rusia, pero continúan impulsandolas, como también lo hace Estados Unidos al suministrar armas a los ucranianos. Y las manifestaciones por la paz se multiplican en todo el mundo, sin embargo, estás no parecen tener éxito y mucho menos incidencia.

Lo que si debemos tener presente en medio del desarrollo de todos estos acontecimientos, es que el aspirante a Zar del siglo XXI a quedado aislado de Occidente y más dependiente de Beijing dando paso a un reacomodo mundial que abre las puertas a guerra fría 2.0. Lo cual indudablemente no era lo que estaba buscando.

*Punto de Corte no se hace responsable de las opiniones expresadas por sus autores, quedando entendido que son responsabilidad de sus autores

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