Caracas, 26 de agosto de 2021.-
El pasado 8 de agosto Venezuela fue testigo de un proceso electoral, donde un pequeño grupo de votantes inscritos en el Consejo Nacional Electoral (CNE) participó en las elecciones primarias para elegir a los candidatos del partido PSUV que participaran en las elecciones previstas para el próximo 21 de Noviembre.
Oyendo a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, los voceros oficiales del “exitoso” evento, leyendo las notas de prensa de medios oficialistas y de propaganda como VTV, Últimas Noticias, RT o Telesur acerca de las elecciones primarias me viene a la mente George Orwell el autor de “La rebelión de la granja” y de “1984” en donde muestra de que manera un sistema totalitario puede dominar por completo una sociedad.
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El lenguaje como manipulación
Una frase conocida de Orwell, puede aclarar un poco la intención de los mensajes que el gobierno ha sostenido a lo largo del tiempo y que ese día tuvieron una exposición mediática importante “Si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje también puede corromper el pensamiento”. Somos testigos de un permanente uso del lenguaje con frases grandilocuentes, eufemismos, palabras repetitivas como mantras, con la macabra intención de impedir a la gente pensar y analizar. Hay una exposición constante de información falsa, esta práctica ha logrado convertir a un grupo de venezolanos en adeptos, como si de una secta religiosa se tratara, incluido “el Dios” que vigila con sus ojos, presentes en todas partes, lo que hacen. Esos fieles son los que sostienen al gobierno en el poder, ante la actitud pasiva, la mirada confusa y desorientada de la mayoría de la población.
Tomamos nota de algunas de las frases más llamativas utilizadas por los líderes y replicadas por los medios a su servicio para luego contrastarlas con la realidad: “Éxito rotundo de la alegría y lealtad de este proceso”, “En la noche anterior ya habían colas en los centros de votación”, “se alcanzó una altísima participación”, “a las 2 am aun hay gente en las colas 500-600-300”, “se desbordaron los centros de votación”, “más de 5.500.000 de personas pasaron por los centros de votación y se regresaron ante las voluminosas colas a lo largo del día”, “una avasallante presencia del pueblo que se desbordó”, “yo no digo los números que manejamos porque nos quedamos cortos, lo diremos en la noche o en la madrugada”, “sobrepasó las expectativas, masiva afluencia de votantes, con electores en cola hasta altas horas de la madrugada”.
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La realidad de lo que ocurrió
Cifras publicadas al día siguiente de la votación, proporcionadas por el CNE en donde aun no estaban incluidos Amazonas y Delta Amacuro, dan cuenta de un promedio de participación del 15,71% del padrón electoral, según los oficialistas los centros de votación se nuclearon y redujeron al 30% la cantidad de mesas, entonces si no votó el 84,29% de los inscritos en el CNE ¿eran justificables las colas? Se formaron al final de la tarde/noche, cuando comenzaron a presionar a los fieles reacios para que salieran a votar.
Datos que llaman la atención e invitan a reflexionar acerca de la única posibilidad cierta que tenemos de demostrarle al mundo que somos mayoría en las elecciones previstas para el 21 de noviembre: Solo dos estados obtuvieron votaciones por arriba del 20% Apure (20,7) y Yaracuy (23,15), diez entre el 15 y el 20%, y el resto entre el 10 y el 15%. Llama la atención que en este último grupo están los de mayor numero de población electoral: Distrito Capital (10.15), Miranda (10.38), Aragua (11.22), Lara (12.21), Zulia (13.15) y Carabobo (14,76)
Si nos vamos a los municipios, de manera somera, se observa también una “altísima y desbordante participación”, solo el 5,6% de las alcaldías obtuvo entre el 30 y 40% de participación, el resto un promedio similar a la de los estados destacándose la que obtuvo menor participación, el Hatillo (3.31%) y la que puede entrar en “la foto de la propaganda” Almirante Padilla en el estado Zulia, la única de las 334 alcaldías que sobrepasó el 40% (42,8).
En la madrugada, luego de la elección Maduro con un tono de voz que contrastaba con sus palabras dijo: “estoy feliz, se me pareció a la jornada hermosa de la constituyente”, ¿Quién supo cuántos votaron en la constituyente? Nunca el CNE publicó oficialmente las cifras, la jornada “feliz” de la constituyente fue un fraude colosal a la democracia
¿Qué hacer?
Ante nuestros ojos está la realidad; el apoyo al gobierno es exiguo, mas aun cuando sabemos que muchos son obligados a votar, las mentiras están a la vista, mientras tanto la mayoría de la población está apática, indiferente, cansada con unos “líderes” de la oposición que en vez de unirse en torno a un objetivo común siguen soñando a la invasión imaginaria, o a que los líderes de la secta, desgatados por las sanciones, entreguen el poder sin condiciones, algo que cada día los aferra mas al poder.
Es urgente tomar la decisión de participar en las elecciones del 21 de noviembre, el tiempo corre y el gobierno sabe que mientas mas la oposición tarde en decidir reduce las posibilidades de ponerse de acuerdo, es tiempo de dejar a un lado la ambición personal y política, buscando verdaderos liderazgos en los partidos, o de ser necesario fuera de estos. Es tiempo de que los que vendieron sus conciencias para ser oposición a la medida del gobierno sean desterrados para siempre de la política venezolana, es urgente sumar una sola voz para despertar a la gente y que se entienda que es la única oportunidad que tenemos en mucho tiempo de comenzar a cambiar la historia.
Obtener la mayoría de las gobernaciones y Alcaldías es un pequeño paso, aprovechemos este momento, no son las mismas condiciones de la farsa constituyente y la última elección de la asamblea nacional, seguramente el gobierno les quitara poder pero ese acto de rebeldía los desnudará ante el mundo será la comprobación real por segunda vez de que son minoría que tiene secuestrado el poder en Venezuela.
El día miércoles posterior a las elecciones primarias Diosdado Cabello en su programa, atacó sin piedad a Carlos Ocariz y al otro día en Twitter era tendencia, el ataque estaba magnificado con furibundos “opositores” a la cabeza, ellos saben que esa es la manera de confundir a la gente, de causar frustración, van a ser todo lo posible por poner a pelear a la oposición, por hacer que la mayoría de la población no crea en nadie y por ende no salgan a votar, unos se creerán el cuento sumándose a las “afirmaciones” de la secta, los tontos útiles, otros abrirán los ojos al darse cuenta que es parte del engaño de un sistema que quiere rendirnos, agotarnos y no seamos capaces de pensar libremente, doblegándonos aun más de lo han venido haciendo en los últimos tiempos
¿Vamos a permitir que Maduro siga estando “feliz” viendo como unos pocos de sus adeptos tomen las decisiones por la mayoría de los venezolanos? es tiempo de levantarse de nuevo, los errores cometidos deben corregirse, la manipulación y el enfrentamiento entre los que se oponen debe acabar, una sola voz, un solo objetivo: dar un primer y real paso para mostrar que hay mayoría, que nos oponemos a un sistema político que solo ha traído a Venezuela ruina, destrucción y muerte.
Jorge Barragán
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