Caracas, 02 de noviembre de 2021.-
El ex gobernador de Lara Henri Falcón, no escapa del estigma que embarga a la mayoría de los candidatos a gobernador que tienen resonancia nacional: actuar regionalmente, pensando en el escenario presidencial. Esa característica peculiar de este ejercicio electoral permea no solo a los abanderados que disciernen de eso que llaman gobierno nacional o revolución bolivariana, sino también, opacamente y con temores muy bien fundados, florece silenciosamente en las filas oficiales un deseo más que evidente de convertir las elecciones regionales en una especie de encuesta con la mirada puesta en el palacio de Miraflores.
A pesar que Falcón tiene plomo en el ala por haber sido gobernador en dos periodos, uno como vocero del oficialismo y el otro como representante de una oposición comedida y de concertación como él dice, sigue apareciendo muy bien posicionado en la mayoría de las encuestas. Su paso fugaz por el chavismo, le ha permitido desde siempre, tener excelentes flujos comunicativos con quienes operan en las sombras de “la política”; sin embargo, esa posición aventajada de alianza con los que “deciden”, le ha traído sus consecuencias; el manejo de inmensos recursos “Transbarca”, de manera muy poco transparente, es un lunar de opacidad que signa la gestión y el proceder del ex chavista.
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Al ex gobernador de Lara se le acusa de ser un operador político más del clan que ha edificado Raúl Gorrin con la venia del chavismo. No obstante, las elecciones venezolanas, lamentablemente, no son un concurso de honorabilidad , decencia , ética y solvencia moral, más bien son la más acabada expresión de la disputa anacrónica, desmedida, visceral, y a veces inhumana del botín que puede representar el control del putrefacto poder ejecutivo, que lamentablemente, gobierna todo los poderes, en el cada vez más debilitado y casi inexistente aparato estatal e institucional del país; Henri es el fiel reflejo, de un sistema político que hace crisis, y eso para nada es un delito por el cual deba ser imputado.
A favor de Falcón, operan un sin fin de variables, una de las más resaltante es, que él ha sido un terco político que ha insistido en que el camino para salir del laberinto destructivo; al que han conducido las minorías poderosas del oficialismo a Venezuela, es la vía electoral; sin duda Henri Falcón, hace un hito de coherencia al participar una vez más, en un proceso electoral como candidato. Otro de los elementos que resaltan en la astucia política del ex gobernador de Lara, es que ha mantenido una postura alejada de los radicalismos. Se ha situado en el centro, dotando en algunas oportunidades su lenguaje de ápices de independencia de ambos polos. Quizás por eso, es que la campaña destructiva en su contra se centre fundamentalmente en ubicarlo acentuadamente como miembro de uno o determinado grupo radical.
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Hay sectores del oficialismo en Lara que apuestan a una victoria de Falcón. No solo ocurre en las bases dirigentes de esa tonalidad política, también se muestran esos deseos en la cumbre burocrática del partido oficial. La “Almiranta” y sus grupos, desplazaron mecánicamente a las denominaciones que habían venido constituyéndose como poder fáctico en la región desde hace más de una década; y de la cual, el ex gobernador oriundo de Yaracuy, ha sumado sus puntos y nombres. Sin duda, que la política consiste en sumar y Henri lo sabe muy bien; por eso, produce una semiótica que se permite la amplitud de extremo a extremo, sin aterrizar él en ninguna de sus bases.
Falcón también abona su postura para captar a los llamados independientes, que según los últimos estudios, parecen ser un grupo con un vertiginoso crecimiento. Para ello ha decidido brindar el apoyo, o al menos oír y fotografiarse con candidatos a las alcaldías de la región larense; que aspiran ganar sin ser parte de algún radicalismo o postura de poder nacional: son fundamentalmente candidaturas sustentadas en un enfoque social-populista; que se atrincheran en ejercicios, que apuntan a mitigar el drama de los problemas estructurales y sociales de las localidades; con un diseño político sustentado en el reparto de ayudas. Henri Falcón, se expande con todos y todas, le hace guiños y regala risas a sus más cercanos y hasta tiende puente con los más lejanos; un inteligente proceder político.
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El voto será fundamentalmente entubado, la posibilidad de cruzarlo requiere de un ejercicio de pausa, conocimiento y calma, que será muy difícil que se ejercite. Quien vote por Falcón, votará por el candidato alcalde que él acuña y respalda, de allí lo determinante de que el ex gobernador decida en el medio de su amplitud, concertar candidaturas únicas en los municipios. A menos que entre sus planes, que seguramente se producen a partir de ciertos números, sean solamente ganar la gobernación de Lara.
Falcón en éstas últimas tres semanas, parece apuntalado a solidificar su postura, que sin duda, representa la primera opción de las fuerzas disidentes al poder. Si logra mover de manera muy adecuada sus piezas y concretar las alianzas con un lúcido proceso de negociación hacia adentro, el abogado puede sellar una victoria no solo en la gobernación larense, sino en la mayoría de alcaldías y puestos en disputa. No obstante, para ello, requiere de candidaturas únicas a pesar de lo tardío y lo que esa jugada pueda lacerar sus números como candidato a gobernador.
@kartuxs
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