Maracaibo, 13 de enero de 2022. Desde hace varios años, las zonas rurales de los municipios Guajira y Mara del estado Zulia, se han convertido en sectores muy vulnerables por la falta de ayuda gubernamental principalmente. Escasez de servicios públicos, poca distribución de alimentos y una casi nula atención médica, es lo que día a día viven los ciudadanos venezolanos en estas latitudes. Por tal razón, fundaciones como Sukuaypaa Wayuu ayudan a los más necesitados.
La organización sin fines de lucro, además de velar por los derechos de los indígenas en ambas jurisdicción zulianas, también buscando las alternativas para que estos vivan, lo más cercano posible, a una tranquilidad emocional a pesar de las adversidades a las que a diario se enfrentan.
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“La fundación nació por los tantos problemas que vive la Guajira y Mara. Esas zonas desasistidas y que hoy necesitan ayuda, era importa voltear la mirada (…) Por ahora, los que trabajamos en Sukuaypaa Wayuu, somos oriundos de esta bella tierra que también tiene derechos; derechos a estar bien y vivir bien”, declaró a Punto de Corte Ender Bracho, presiente de la fundación civil.
Bracho enfatizaba que para el momento, y desde hace ya algunos meses, los índices de desnutrición en niños y jóvenes aumentaban considerablemente.
“Comenzamos a colaborar con sopas, pero la necesidad era tan grande que tuvimos que reinventarnos y expandir las solicitudes de ayuda (…) Mucha gente que hoy nos necesita y que tenga la plena seguridad que ahí estaremos. No solamente somos nosotros, hay otras ONG que hacen lo mismo y cada grano cuenta porque de verdad en Mara y en Guajira hay hambre”, reveló.
Dentro del sector La Popular, en el municipio Mara del Zulia, fue el plan piloto de la institución que arrancó con la asistencia de los mismos vecinos que saben de la problemática y se fue expandiendo en escasos siete meses que llevan haciendo las actividades humanitarias.
Han sido varias jornadas comunitarias las que han alegrado a los pobladores, desde las sopas todos los domingos, pasando por las tradiciones fiestas el Día de la Resistencia Indígena, hasta llegar a Navidad. “Muchos de los niños era primera vez que recibían un juguete, eso nos alegraba el alma cuando cada uno se emocionaba al recibir algo tan significativo como un simple carrito de juguete”, finalizó diciendo Bracho.
Corresponsalía del estado Zulia
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