Nicmer Evans en El Nacional | Maduro está sentado en una bomba de tiempo y el G4 también es corrupto

Nicmer Evans las izquierdas

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La participación del Consejo Nacional Electoral en la primaria de la oposición pone en riesgo la identidad de los votantes, advirtió Nicmer Evans, presidente del Movimiento por la Democracia e Inclusión (MDI).

El dirigente Nicmer Evans, cuestionó la insistencia de la comisión encargada de recurrir al apoyo técnico del Poder Electoral. Aún cuando, afirmó, hay recursos económicos para que el proceso se desarrolle de manera manual, como lo ha propuesto y exige María Corina Machado.

Nicmer Evans explicó, en una entrevista concedida a El Nacional, que si bien las máquinas no registran la identidad de las personas, las mesas estarán controladas por personas designadas por el Partido Socialista Unido de Venezuela. Estos verán cara a cara y ubicarán en los sectores a los ciudadanos que participarán. Por lo tanto, destacó la necesidad de que se garantice un proceso absolutamente autónomo que costaría alrededor de 7 millones de dólares.

Evans dijo que desistió de participar en la primaria por temas éticos. Alegó que su organización, a la que el CNE no le ha otorgado tarjeta, no le hará comparsa a dirigentes de los partidos políticos Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular. La razón es que han sido señalados por ellos mismos de corrupción en el extinto gobierno interino.

—¿Por qué Nicmer Evans deja de participar en la primaria?

—Son varios los motivos que empujaron el retiro de mi nombre por parte del Movimiento Democracia e Inclusión de la primaria.

El primero es todo el ventilador que se prendió con el estercolero entre sectores del G4 (Primero Justicia, Acción Democrática, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo). Que son los que principalmente promueven tanto la primaria de la Plataforma Unitaria como la constitución de la Comisión de Primaria.

Desde una perspectiva muy personal: no tengo absolutamente nada que ver con este conflicto. Que se ha generado en medio y después del gobierno interino y todas esas acusaciones de corrupción, que no pueden quedar impunes ni campantes. Me parece cínico el hecho que después de todos esos señalamientos vayan a participar con la cara tan lavada en la primaria.

Continua la entrevista a Nicmer Evans…

Creo que no estamos ya para tanto cinismo en Venezuela. Si criticamos el cinismo del gobierno de Maduro, no podemos reproducir lo mismo de este lado. El hecho de, al final, terminar haciéndole la comparsa a esta gente que se ha señalado de corrupción y que han mostrado pruebas, unos a los otros, simplemente no es parte de nuestra intención política cuando pretendemos plantear un proyecto alternativo de país con una verdadera ética política.

Es, de verdad, insuperable todo lo que ha sucedido en relación con ese proceso. Lo segundo es que esta gente promueve los miembros de la Comisión Nacional de Primaria —a los que les tengo respeto porque creo que están intentando hacer un esfuerzo importante—. En el momento en el que tome la decisión de retirarme no se habían designado los comités en los estados ni había fecha. Y todo lo que nosotros planteamos en las reuniones que tuvimos con la Comisión de Primaria nada fue tomado en cuenta.

—¿Qué plantearon?

—Una elección doble, porque ya habíamos hablado de una segunda vuelta. Pero al final el planteamiento fue que hubiese dos papeletas. Una para designar al candidato a presidente y otra para la escogencia de la dirección de la oposición venezolana.

También habíamos pedido que se pronunciara con celeridad el tema de la fecha y que fuese en el primer semestre, no en el último semestre de este año.

Pedido que se hiciera una revisión exhaustiva con una comisión especialista sobre el tema del apoyo del CNE, si era necesario o no era necesario.

Nosotros no habíamos hecho pronunciamiento en relación con el tema, sino que habíamos exigido que se hiciera un verdadero estudio técnico sobre el tema.

Hoy tenemos una posición: el CNE no debería participar en el proceso. Esa insistencia por parte de la Comisión de Primaria de la participación del CNE nos hace ruido y nos da muchas más razones en relación al hecho de habernos retirado de la participación. Otro motivo colateral es el tema del financiamiento de una primaria.

Continúa Nicmer Evans…

Nosotros estábamos en la calle desde enero del año 2022. Un año en el esfuerzo de posicionar la precandidatura, y es evidente que algunos tienen más ventajas que otros, pero eso es un esfuerzo inmenso. Soportar 1 año o 10 meses más en un proceso de campaña es una cosa que nos hace preguntar de dónde saca el dinero la gente que en este momento está participando en la primaria o que pretende participar.

Es inviable desde el punto de vista económico y financiero, a menos de que seas parte —y vuelves a darle la razón al mismo señalamiento del G4— y hayas robado en el gobierno interino. Ojo: estoy señalando específicamente a los del G4. Hay otros que merecen mi respeto y que no han tenido nada que ver con el gobierno interino y que habrán conseguido algún tipo de financiamiento para sostener su campaña.

Al final, si hubiésemos decidido mantenernos, lo hubiésemos hecho simbólicamente. Nuestra pretensión en la primaria era mostrar y demostrar que había un sector distinto en la oposición venezolana. Con un planteamiento alterno distinto como nuestro proyecto Venezuela 20 puntos, que sigue vigente. Estábamos muy conscientes de las dificultades para ganar las primarias. Evaluamos al final que no valía la pena porque tomarse la foto con una gente y convalidar un proceso de una gente que se señala de corrupta.

Era prácticamente servirle de pañito para lavarse la cara y no estamos dispuestos a hacerlo a quienes se señala a sí misma de corruptas.

—¿No le parece que con no participar Nicmer Evans estaría jugando al divisionismo porque, al final, quienes decidirán son los venezolanos?

—No, para nada. La verdad es que al divisionismo y a la fractura de la unidad suma todo el espectáculo y el ridículo que han hecho los del G4 desde diciembre hasta la fecha, en relación con todo lo vinculado con el gobierno interino. No solamente la división de la oposición, sino el desestímulo de la gente a participar en una primaria.

Por lo tanto, nuestra acción, que además se tomó en un momento bastante distante al tiempo de la primaria, es una acción ética. No es una acción que pretende generar algún tipo de división. Y, fíjate, nos retiramos y dejamos que ese proceso se desarrolle por sí solo. No hemos pretendido seguir señalando ni decirle a los otros que deben retirarse, simplemente fue una decisión de nosotros y listo.

Nos cansamos de tener algún tipo de posibilidad de estar al lado de gente que no creemos que represente la política ni la dignidad venezolana. Ahora, hay una etapa siguiente a la primaria y eso también tenemos que tomarlo en cuenta porque la primaria lamentablemente no logró ser el espacio de encuentro de toda la oposición para definir un candidato. 

Es que después de la primaria igual habrá otros candidatos de la oposición venezolana. Claro, quizá el intento es darle alguna legitimidad a un candidato elegido por muchos, pero estará por verse realmente. Primero, el nivel de participación en la primaria y, segundo, si habrá la posibilidad de la participación que se dice porque, incluso, las dificultades que presenta la misma Comisión de Primaria para la participación de venezolanos en el extranjero y el hecho de querer hacer las elecciones con las máquinas del CNE espanta la posibilidad de que la mayoría de los venezolanos sienta confianza en participar.

—Según su consideración, ¿de qué forma debía desarrollarse la primaria? Porque se alega que hay deficiencias técnicas y que es por eso que se pide ayuda al CNE.

—Aquí hay suficiente capacidad para hacer un proceso manual por parte de la oposición venezolana y están las ONG con capacidad de poder desarrollar eso técnicamente. Incluso, el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello también se ofreció para apoyar en este sentido.

Hay que prestarle atención a la propuesta de María Corina Machado en ese aspecto. Ha sido, por cierto, la que más le ha hecho observaciones al tema. El CNE por supuesto será parte del proceso de elección presidencial, pero tú no puedes enfrentarte dos veces a un mismo enemigo cuando puedes evitarlo. 

No puedes además entregarle toda tu data a tu adversario para que la utilice en contra de ti en la batalla final. Es una cosa profundamente contradictoria. Supongamos que las máquinas no tienen absolutamente nada que ver, pero los operadores, que sabemos muy bien son designados por el Partido Socialista Unido de Venezuela, manejarán y transmitirán la data. Tendrán acceso no solo a la posibilidad de saber en dónde se tiene más o menos fuerza en la participación de los opositores, sino de ver quiénes de esa comunidad participan o no participan. 

Se está poniendo en riesgo al elector al utilizar las máquinas del CNE. Y el otro elemento es someter la primaria a la condición de que un día antes el gobierno puede obligar al CNE a impedir el acceso a las escuelas. Las escuelas son del Ejecutivo no del Poder Electoral. Eso simplemente pone en riesgo que se desarrolle la primaria. Es verdaderamente un esfuerzo absurdo no tratar de buscar mayor autonomía en un proceso que debería ser autónomo. Así como en algún momento se hicieron consultas a la oposición venezolana y se han hecho con recursos e iniciativas de la oposición, incluso en menos tiempo.

—Jesús María Casal, presidente de la comisión, aseguró que tratarán de proteger la identidad de las personas que voten para evitar otra lista Tascón.

La única manera de que se resguarde la seguridad del elector es que el CNE no participe en el proceso. A pesar de que en la máquina no se registra la identidad, sino el voto, tú vas a tener que tener un control en la mesa inevitable.

Además, la gente votará en su centro electoral más cercano y el operador que designarán en esa máquina seguramente será una persona que conoce el sector. Que tendrá la posibilidad de ver cara a cara a los que van a participar en el proceso. O sea, con la participación del CNE no hay garantía de que haya protección de la identidad del votante. 

Se garantiza si hay un proceso absolutamente autónomo. Que permita que no haya ningún otro factor que interfiera o que maneje la información que se va a procesar el día de la elección de la primaria.

—De alguna manera el gobierno tendría más claros sus objetivos.

—Claro. Es que solamente el hecho de que los centros electorales, las máquinas y los operadores del CNE —que al final terminan siendo designados por el Partido Socialista Unido de Venezuela y lo sabemos muy bien, los mismos miembros del CNE y de la oposición saben que no tienen posibilidad de tener incidencia en la designación de los operadores.

Esto genera un gran peso en la posibilidad de reconocimiento y de identificación de las fuerzas, potencialidad, capacidad de movilización y personas que participan en un proceso de este tipo.

Continúa la entrevista a Nicmer Evans…

Entonces, le darás una valiosa información a tu adversario político, al que tú pretendes volver a enfrentar con esas mismas herramientas un año después. Insisto, ya apelando solamente a la razón. Parece profundamente contradictorio y no se comprende porqué tanta insistencia y necesidad en la utilización del CNE por ahorrarse, según los cálculos que he escuchado, 2 de los 7 millones que costaría hacerlo de manera autónoma. 

Estoy absolutamente convencido de que fuerzas y actores internacionales están y estarían muy interesados en apoyar, así como también capitales nacionales. Para el despliegue de recursos que tienen algunos precandidatos en su campaña inicial para sostenerse durante todo este tiempo, más los meses que faltan, por supuesto que tiene que estar detrás de eso una cantidad importante de recursos.

—¿Qué dice Nicmer Evans de la Comisión Nacional de Primaria?

—En la Comisión Nacional de Primaria seguramente hay gente de muy buena voluntad que están haciendo cosas. Pero todos los que están ahí son puestos por alguien del G4 y eso me pone absolutamente en duda y en cuestionamiento porque, como se ha comprobado ya, a nosotros nos llamaron a unas consultas y ninguna de las cosas que propuso María Corina, César Pérez Vivas, que propuse yo o que propusieron otros que no son de la Plataforma Unitaria, fue tomado en cuenta.

Solamente tomaron en cuenta lo que se ha discutido y lo que han propuesto y planteado los del G4; es que ni siquiera de la Plataforma Unitaria, sino del G4. Porque sé que Delsa Solórzano también hizo propuestas y no las tomaron en cuenta. Cuidado con sacralizar, santificar, a una Comisión que, si muy bien puede estar haciendo un gran esfuerzo, al final responderá al interés de Henrique Capriles Radonski, del gobernador Manuel Rosales y de Henry Ramos Allup. Porque son los tres partidos que están operando.

—¿La Comisión Nacional de Primaria, entonces, está infiltrada?

—No, no. Infiltrada no está. Ahí todos están para lo que están. Te insisto: propusimos nombres para la Comisión de Primaria y ninguno lo tomaron en cuenta, ninguno. Y no se nos dijo porqué no los tomaron en cuenta. Ahí los nombres los puso el G4 y eso tiene que estar muy claro.

—Si están los recursos para hacer unas primarias manuales, ¿por qué se le pide ayuda al Consejo Nacional Electoral?

—Ya entraría a niveles de especulación, yo quiero tomar la fotografía, no quiero rayar en especulación porque, como te dije, nos salimos, no queremos seguir afectando ese proceso.

Te estoy contestando porque me estás preguntando. Pero no es de interés de nosotros estar generando algún tipo de afectación de un proceso del G4 para el G4 y si ellos han decidido hacer un proceso interno, pues, muy bien, que lo hagan, excelente. 

A mí lo que me preocupa es que le digan a la gente que eso es un proceso de toda la oposición venezolana porque no lo es. 

Es un proceso del G4, donde algunos otros han decidido participar. Como nosotros lo hicimos en algún momento, que no va a tener la mayoría de la representación venezolana. Y después va a tener otra  fase que, ya teniendo ellos el candidato de primaria: cómo generarán la mayor unificación de la oposición con otros candidatos, nos gusten o no nos gusten, considerémoslo alacranes o no, van a existir, van a estar ahí y van a afectar la posibilidad de la oposición o van a confundir. La primaria no es la solución para la unidad. Es parte, sí, muy bien, pero no se puede asumir que es la solución.

— Y ¿vas a estar allí después de la primaria? 

—No, no lo tenemos previsto. Nosotros además somos víctimas del CNE, no tenemos tarjeta electoral, la hemos pedido, estamos esperando desde diciembre. Se anunció que iba a haber una respuesta en relación a la solicitud de tarjetas electorales, ya es la tercera vez que lo hacemos.

Nosotros somos una organización proscrita por el Poder Electoral y, entonces, ¿Cómo voy a ser candidato sin tarjeta? Si además no participé en la primaria, que era la posibilidad de poder, sin tarjeta, tener el apoyo de tarjetas para participar electoralmente. Nos queda claro que es muy poco probable que podamos recolocar el nombre para el 2024 habiendo desistido de participar en la primaria. En su momento, si hay alguna posibilidad de apoyo o si sucede un milagro y tenemos tarjeta, evaluaremos si tendremos candidato propio. Que no quiere decir que será Nicmer Evans, sino que sea candidato del Movimiento Democracia e Inclusión.

—Y si no ocurre ese milagro, ¿apoyaría al candidato electo en la primaria o evaluaría otras opciones?

—En el momento evaluaremos y dependiendo de quién quede. Está muy claro para nosotros que los candidatos del G4, que hicieron todo lo que hicieron y que motivaron a nuestro retiro, no son para nosotros candidatos que sean factibles de apoyar porque se han señalado entre ellos mismos de corruptos. Nosotros éticamente no seríamos capaces de apoyar a candidatos que sean señalados entre ellos mismos de corruptos. Menos después de haber manejando recursos del Estado a través del gobierno interino.

—María Corina Machado y Henrique Capriles han tenido mayor visibilidad en los últimos días, ¿cómo evalúa Nicmer Evans la actuación que han tenido?

—La actuación de ellos, en el caso de María Corina, es de precampaña. Está recorriendo el país y eso me parece muy bien. En el caso del señor Capriles, de verdad, lo que veo es una serie de declaraciones que no me parece que fuese de alguien que estuviese en campaña.

Está inhabilitado, él tiene serios problemas para poder arrancar una campaña. Seguramente tiene todos los recursos, pero tiene muchas dificultades para hacer calar su propuesta Además, está bastante difícil que los candidatos en general de la primaria no caigan en descalificaciones entre ellos.

Por ahí está una propuesta de unos estudiantes de diplomado de la Universidad Monteávila que están proponiendo que se suscriba un acuerdo entre los precandidatos de no agresión, de no descalificación. Ojalá se le dén curso y se pueda ver al final una campaña de propuestas. Pero hasta ahora, a pesar de que ha habido alguna discusión sobre algún tema, todavía no he visto las propuestas serias de los precandidatos.

—¿Para Nicmer Evans dónde está el chavismo? El chavismo originario en su momento tuvo algo de visibilidad, pero ahora no hay un representante. Usted estaba allí, pero ya no.

—Yo no soy del chavismo originario, gracias a Dios. El chavismo originario son Andrés Izarra, Rafael Ramírez, los exministros, yo no tuve ningún cargo en el gobierno de Chávez. Conversé con Chávez cuatro veces en mi vida y de manera muy breve. Estamos hablando de gente que realmente estuvo ahí. Entiendo, por las declaraciones de Rafael Ramírez, que ellos se están reuniendo y que pretenden generar algún tipo de propuesta.

De hecho, Ramírez no es candidato porque está en el exilio y no van a permitir que él sea candidato. Ellos han dicho que no apoyarán a alguien que salga de la primaria y que ellos van a tener una propuesta, se lo escuché a Ramírez. Bueno, estaremos atentos. Eso te pone en evidencia que no habrá un solo candidato después de la primaria.

—Si me habla de Rafael Ramírez, ya sabemos que él no puede participar. Y hasta el momento no hay alguien que represente el chavismo. Héctor Navarro, Mari Pili Hernández…

—Ellos tienen gente en el país y hay gente en el país. Acabas de mencionar dos nombres, puede haber otros más. Esa es una decisión de ellos y tienen de dónde sacar. Por supuesto, el tiempo pasa y es más difícil posicionar un nombre no tan conocido. Entonces, insisto, es un tema de ellos, lo desconozco, no tengo información más allá de la información pública en relación con este tema.

En algún momento, con mi precandidatura, se pretendió no solamente hacer puente con la oposición descontenta, sino también con el chavismo descontento. Y, como organización, seguimos haciendo ese trabajo Hay otras organizaciones que han nacido también a la luz de eso, está el caso de Rodrigo Cabezas en Zulia, y ahí están. Hay gente que está trabajando en función de eso.

Claro, algunos todavía se autodefinen chavistas, otros no lo hacemos. Pero tenemos la posibilidad de tener interlocución con un sector de la población y que no podemos invisibilizar, que está ahí. Chávez hoy muerto tiene 55% de popularidad en este país, por más que el gobierno esté mal, el chavismo no ha desaparecido del inconsciente colectivo.

—Pero Maduro sí se ha encargado de “desaparecer” a sus adversarios del chavismo.

—Por supuesto. Claro. Ha perseguido  a exchavistas, como yo, que también fuimos presos políticos y otros están en el exilio. Todavía a algunos no los ha tocado, pero siempre está la amenaza. De hecho, recientemente lo hizo, señaló a los exministros, que son unos traidores pagados por la CIA, bla, bla bla, todo eso.

Continúa la entrevista a Nicmer Evans…

Por supuesto, hoy el madurismo está muy afectado y necesita reconquistar al chavismo, porque el chavismo está divorciado del madurismo. Anda como maraca sin palo, como decimos de manera criolla; anda buscando alternativas y algunas veces, si no las consigue, se va a los extremos. He visto a gente que era radicalmente chavista apoyando en este momento a María Corina Machado o pidiendo a gritos que Lorenzo Mendoza sea candidato.

Eso es lo que genera la ausencia de una conducción política adecuada del sector del chavismo no madurista. Pero de eso se encarga el gobierno, de que eso no suceda, especialmente en el chavismo, porque ahí tiene mucha más saña.

—Fíjese, me mencionó la presunta corrupción en factores del G4 y estamos hablando del chavismo. En contra de Rafael Ramírez también hay acusaciones de corrupción. ¿No caeríamos en el mismo juego? 

—Por supuesto. Yo no estoy abogando por Rafael Ramírez, yo te estoy tomando una fotografía en relación a su expectativa y su articulación de un sector al que no pertenezco. Pero eso tendría que revisarlo el chavismo y el referente de ellos ha sido alguien señalado, aunque él se ha defendido. 

Pero ha sido señalado por Maduro y también por la oposición en su momento de irregularidades en relación con el manejo de Pdvsa. Estamos en un serio problema de la ética política.

Indiferentemente de que señalemos nombres y apellidos, al final, la convocatoria que hay que hacer es que la gente pueda tomar las mejores decisiones. Acompañar a los mejores liderazgos, sea de la ideología que sea, siempre y cuando haya una ética, una coherencia entre el discurso y la acción.

Que no haya duda en relación a la procedencia de los recursos y sean políticos que puedan decir de qué viven, porque aquí ningún político dice de qué vive, es una cosa impresionante.

—Me mencionó el proyecto Venezuela 20 puntos. ¿Qué contempla?

—Tiene unas aristas básicas de desarrollo para la reconstrucción del país que queremos. Parte del principio de la justicia justa, la necesidad de redimensionamiento del poder judicial. ¿Y por qué arranco por el Poder Judicial que parece lo menos interesante? Porque sin justicia justa no podemos lograr nada de lo demás.

Necesitamos cero impunidad en el país, el desarrollo a través de la justicia justa debe ser de cero impunidad, pero que eso no se convierta en una cacería de brujas. También hablamos de la reconciliación social que, con cero impunidad y con justicia justa, se anilla la posibilidad de la reconstrucción del tejido social venezolano.

—¿En lo económico?

—La propuesta central en el tema económico es el desarrollo de una economía tripartita. Que se puedan definir los salarios, los sectores de productividad y la captación de desarrollo a través de un gobierno económico constituido por el sector empresarial e industrial, por los trabajadores y por el gobierno. Pero no un gobierno omnipotente como el de hoy, sino un gobierno con funciones limitadas, con concepción republicana.

Esta economía tripartita básicamente se basa en el tema formulado por la Organización Internacional del Trabajo del tripartismo para el desarrollo de acuerdos en el mejoramiento de salarios Pero en este caso estaríamos expandiéndolo a un nivel del sector productivo y empresarial.

Tiene que ser un espacio en el que haya transparencia en las cuentas públicas en Venezuela para que los mismos trabajadores estén conscientes de hasta dónde se puede subir el salario. Cuánto hay que aumentar en la producción para mejorar las condiciones salariales y los servicios públicos y de cuánto se debe desprender el Estado para generar el aumento de la productividad en el país, cediéndolo al sector privado o a los mismos trabajadores.

—¿Cómo aumentar el salario?

—Lo que hemos planteado es la dolarización del salario de manera transitoria, nosotros no creemos en la indexación, que al final es hiperinflacionaria. Creemos que hay que terminar de dolarizar la economía.

Pero no para anclarnos en la dolarización sino para tomarlo como una medida transitoria de equilibrio macroeconómico que nos permita avanzar en el rescate de una moneda propia. Queda evidente que la ausencia de una dolarización del salario lo que está generando una profundización atroz de la desigualdad en Venezuela.

—¿En cuánto cree que debería de estar el salario mínimo dolarizado?

—Para eso está la economía tripartita. No para que alguien llegue y diga arbitrariamente que lo aumentará en 200, en 500, «si yo llego a ser presidente, mañana pongo el salario en 300 dólares». 

Todos los que dicen eso son unos demagogos y unos populistas. Lo que estamos planteando es esta instancia donde estén los trabajadores, los empresarios y el gobierno sentados, de manera equitativa y con acceso a todas las cuentas del país para saber realmente en cuánto se puede poner un salario que no genere falsa expectativa, que no genere hiperinflación y que, además, se tome la medida de dolarizar el salario para avanzar en la estabilización de los ingresos de la familia venezolana.

—¿De qué forma Nicmer Evans propone la reconstrucción del país?

—El otro tema es la repatriación de capitales, porque el tema central es ¿de dónde vamos a sacar el dinero para reconstruir el país? No podemos hacer nada diciéndole a la gente qué vamos a hacer con el dinero que tenemos si no sabemos cuánto tenemos y no sabemos de dónde vamos a sacar más.

 En el país se han fugado aproximadamente unos 650.000 millones de dólares en los últimos 23 años. Es imposible rescatar todo ese dinero. Pero es una experiencia que desarrolló Rafael Correa que no es santo de mi devoción pero cito la experiencia porque me parece interesante— al llegar a la presidencia de Ecuador. Él generó toda una política de repatriación de capitales que permitió, a través de los convenios internacionales de los cuales Venezuela también es suscriptora, rescatar entre 7% y 10%.

 Estamos hablando de todo ese dinero que tienen incautados en cuentas en el extranjero, que son de venezolanos a los que se les ha comprobado que es dinero mal habido, propiedades que se han incautado, todos esos recursos son de Venezuela. 

Si nosotros logramos rescatar 10% de lo que se fugó en capitales, tuviésemos la posibilidad de tener 6 años de presupuesto al presupuesto de hoy. Eso quiere decir que tenemos la necesidad de generar una política de repatriación de capitales que permita captar dinero para generar inversión en el área turística, de investigación y ciencia y, por supuesto, en el área petrolera. Son las tres áreas que para nosotros terminan siendo preponderantes, sin excluir a las otras, para reactivar el problema económico en el país. Y pongo el petrolero de tercero porque tenemos que pasar a una etapa post petrolera en Venezuela y eso implica un manejo adecuado de esa industria.

—¿Y en lo político?

—Hemos planteado la necesidad de la doble vuelta presidencial, eliminar la reelección indefinida, la posibilidad del análisis de la vuelve a la bicameralidad en Venezuela.

Pero ya esos son temas que se tienen que hacer con un proceso de reforma de la Constitución, por supuesto, estando en el poder. Con las fuerzas y con la suma de una serie de factores para se avance en ese sentido.

 La libertad de los presos políticos debe ser inmediata y estamos hablando de todos en Venezuela. La necesidad del retorno de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones. Cero tolerancia a la corrupción y, por supuesto, la necesidad del estímulo de la producción agrícola y pecuaria.

Básicamente el plan Venezuela 20 puntos gira en torno a estos temas y metodologías que buscan al final plantearle a la gente no solo cuál es el diagnóstico del problema, sino de dónde vamos a sacar el dinero para aumentar el salario. Desarrollar la industria petrolera y avanzar en el tema político para dar garantías de una vuelta a la democracia en el país.

—En las últimas semanas ha entrado en debate el tema de los derechos LGBTIQ. ¿Le parece a Nicmer Evans que los dirigentes deben dejar en claro su posición ante esos reclamos o cree que no es un tema prioritario?

—Los candidatos que aspiran a la presidencia de la República tienen que tener postura sobre un tema como este. Indiferentemente de que la prioridad en Venezuela quizá sea atender el tema del hambre. 

Sin embargo, la comunidad sexodiversa también necesita respuestas, ser incluidos, sentirse incluidos, especialmente viendo cómo se desarrolla el tema en el resto del mundo y en Venezuela estamos en retroceso. Aunque el Tribunal Supremo de Justicia despenalizó la homosexualidad en los militares, hay muchas otras cosas en Venezuela que hay que analizar, sin duda alguna.

La necesidad de reconocimiento de los derechos de las parejas de la comunidad sexodiversa tiene que tener un avance importante.

No lo llamaría matrimonio, porque para mí el matrimonio está más vinculado a un tema religioso y entonces se entra en conflicto con sectores religiosos. Pero, indiferentemente de llamarlo o no matrimonio, el reconocimiento y la posibilidad de la unión de una pareja homosexual o del mismo género, o de su preferencia sexual, indistintamente, es una cosa que tiene que darse porque sí.

Es necesario, porque ya hay precedentes que han generado conflictos en relación con el tema de la propiedad, de los bienes que se han obtenido y construido en conjunto.

Hay todo un problema jurídico que no está resuelto por unas legislaciones que se han quedado en el tiempo. Y un gobierno socialista antiprogresista, como lo es el de Maduro.

Se debe revisar sobre el derecho de cambio de nombre. Ahora, también hay que tener mucha prudencia con la ideología de género. Hay que buscar un equilibrio porque también vemos en el mundo casos, por ejemplo, de cambio de sexo no autorizado a niños y después, a los años, cuando crecen, hay un arrepentimiento e irreversibilidad. Hay que ir manejando estos temas y generar espacios.

También está el tema religioso, la comunidad cristiana en el mundo tiene una postura ante estas cosas y no podemos excluirla de la necesidad de entender su realidad o su visión. Hay que tratar de generar una mayor armonía posible en los procesos de decisión que se tengan que desarrollar. 

Pero ya es hora de que Venezuela salga del foso del oscurantismo de la homofobia y de las visiones retrógradas en relación con lo que avanza el mundo.

—Y no se puede hablar de mejor calidad de vida si las personas trans, que son el grupo de mayor vulnerabilidad, está excluido del ámbito laboral y social.

—Sin duda. Hay una necesidad de entender los problemas de la comunidad sexodiversa y de generar políticas en función de asistir. Y esto no es una cosa de privilegiar un aspecto con otro. Se tratar de dar respuestas a la mayor cantidad de sectores posibles en Venezuela y ese es uno, pero si no lo visibilizadas, por supuesto que no lo vas a atender.

—Maduro se muestra cómodo, contento, feliz. Y, si comparamos el 2018 con la actualidad, el escenario es completamente diferente para la presidencial de 2024.

—Yo no veo a Maduro tan tranquilo. Quizá a nivel electoral porque sabe que la oposición se encargará de sí misma en cuanto a las contradicciones que ha demostrado y las dificultades que tiene para unificar posturas. Además, vuelve al redil electoral ante la torpeza que se cometió en el año 2018, de no poderse poner de acuerdo en un candidato y eso hizo que se llamara a la abstención.

Ahora, volver al redil electoral provoca la disminución en la tensión internacional de reconocimiento a su gobierno. La desaparición del gobierno interino le alivia el camino y ya empieza la comunidad internacional a hacer reconocimiento del gobierno de Maduro y unas próximas elecciones, con la participación de la oposición, terminaría de asentarlo.

En medio de eso, Maduro está sentado en una bomba de tiempo. La bomba de tiempo es la presión que se genera como consecuencia de afirmar no tener dinero para responder a la gran presión que tienen los trabajadores de la administración pública de un aumento de salario y que esto genere hiperinflación.

La cosa se le ha hecho aguas incluso en el sector militar. Primera vez en la vida que veo que el descontento en el sector militar se hace público de esa manera, se filtra de esa manera y no está vinculado a un tema político, sino a un tema salarial. Además de las continuas protestas en la calle por parte de los dignísimos trabajadores venezolanos que no han parado ni van a parar de luchar porque, al final, es su vida la que está en juego

Es evidente la incapacidad que ha demostrado el gobierno de poder dar respuestas. Más allá de bonos que no satisfacen en ningún tipo de expectativas en relación a la ausencia de un salario que ni siquiera puede cubrir el pasaje de los trabajadores. 

Estamos en una situación verdaderamente crítica y no pueden ocultar la desigualdad. Porque mientras unos trabajadores no cobran nada, hay funcionarios que andan en Toyota 4Runner sin placas, con escoltas.

—En restaurantes en Las Mercedes.

—Y llenos de dólares gastándolos en el nuevo sitio del enchufamiento en Caracas porque ya no pueden salir del país. Entonces se van a Las Mercedes. Ahí es donde veo una situación bastante conflictiva para Maduro.

Esto puede reventarle en la cara antes que cualquier tipo de elemento que vaya a desencadenarse a nivel electoral con la oposición y que podría poner en riesgo, verdaderamente y quizá por primera vez, la gobernabilidad de Maduro.

Entrevista y texto original de @Luisdejesus_ para El Nacional y editado por Enrique Barrios para Punto de Corte

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