Amou Haji, el ermitaño iraní, mejor conocido como “el hombre más sucio del mundo”, falleció a sus 94 años por causas naturales, meses después de que accediera a darse un baño por primera vez en 60 años.
Medios locales informaron que, Haji falleció el pasado 23 de octubre, en Dezhgah, una aldea de la provincia de Fars, al sur de Irán.
El hombre era conocido por sus hábitos sucios y poco comunes, como fumar cinco cigarrillos al mismo tiempo o aspirar estiércol de una tubería de metal. Asimismo, por su resistencia a consumir alimentos frescos y a bañarse con agua y jabón, por temor a enfermarse.
Según los aldeanos, Haji comía animales atropellados en descomposición y bebía agua de una cubeta oxidada.
Los habitantes del pueblo, respetaban la decisión de Haji con respecto a no bañarse, porque entendían que posiblemente tuvo un trauma que le ocasionó el rechazo absoluto al agua y los jabones.
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No obstante, los aldeanos consideraban que eso no era beneficioso para su salud. Por lo que, una vez intentaron llevarlo a las cercanías de un río para limpiarlo, pero Haji se rehusó y se lanzó del carro en movimiento para escaparse.
“EL HOMBRE MÁS SUCIO DEL MUNDO” GOZABA DE BUENA SALUD
Solo unos meses antes de su muerte, fue que sus abnegados vecinos lograron bañarlo. Según reseñó la BBC, que cita a la agencia iraní de noticias IRNA, poco después de ello, el hombre se enfermó y murió.
Pese a sus hábitos antihigiénicos, especialistas británicos le realizaron pruebas médicas antes de morir y revelaron que el ermitaño gozaba de buena salud y un sistema inmunológico bastante fuerte.
DOCUMENTAL SOBRE AMOU HAJI
Su inusual y poco saludable estilo de vida, originó que miles de turistas viajaran solo para visitarlo e incluso, se filmó un documental llamado “La extraña vida de Amou Haji” en 2013.
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