Caracas, 26 de mayo de 2022.- El Metro por mucho tiempo fue, como lo indicaba su eslogan “la gran solución para Caracas”. Llegó a ser considerado el metro más limpio del mundo por la Asociación Latinoamericana de Metros y Subterráneos, en los tempranos años noventa. Eran tiempos en los que la capital venezolana podía presumir, porque también fue reconocida por seguridad y cumplimiento. Hasta la llegada del chavismo.
El primer tramo del Metro de Caracas fue inaugurado el 2 de enero de 1983 durante el mandato de Luis Herrera Campins. Acompañado del ingeniero José González Lander, Campins abrió la primera ruta del sistema ferroviario, comprendida por ocho estaciones, desde La Hoyada hasta Propatria.
El Sistema Metro de Caracas tiene 39 años inmersos en una crisis inédita que hace pensar a muchos usuarios que en cualquier momento el subterráneo capitalino se paralizará por completo.
En sus buenos tiempos se le consideró uno de los sistemas ferroviarios más avanzados del mundo. Sin embargo, el actual funcionamiento y el estado de las instalaciones está marcado por la decadencia.
Frecuentes retrasos, estaciones y vagones sin aire acondicionado, fallas eléctricas, deterioro de los rieles y falta de personal definen la actualidad de la compañía de transporte.
Eso sin contar con otros factores que afectan el funcionamiento del subterráneo como la delincuencia, la mendicidad y la buhonería.
Durante el gobierno del expresidente Hugo Chávez se presentaron proyectos de extensión del Metro de Caracas. Algunos fueron concretados y otros tantos continúan inconclusos.
Una de las extensiones culminadas comprendió la apertura de cuatro estaciones en la Línea 3: Los Jardines, Coche, Mercado y La Rinconada. También se inauguró la Línea 4, que conecta la Línea 1 con la 2 desde Zona Rental hasta Capuchinos.
En lo que respecta a la Línea 5, el proyecto abarca la conexión entre Zona Rental, Las Mercedes, pasando por Bello Campo, convirtiéndose, así, en una Línea paralela a la Línea 1. Sin embargo, a la fecha solo está en funcionamiento la estación Bello Monte.
Con la llegada del chavismo, llegó el fin de la “cultura Metro”. El subterráneo dejó de ser un sistema amable con los usuarios. Se llenó de vendedores ambulantes. Y se terminó con el trabajo previo hecho antes de poner a operar el sistema, cuando los usuarios fueron educados con un decálogo de normas de comportamiento, que desde los más grandes hasta los más chicos respetaban con disciplina casi militar.
Para muchos analistas hay cuatro hitos que detonaron el deterioro actual del sistema metro, y uno de los principales fueron las tarifas, seguido de la falta de mantenimiento nocturno; la desviación de parte de los recursos del dinero de construcción hacia los gastos corrientes y de nómina; y la corrupción asociada al contrato de rehabilitación de la Línea 1.
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