Maykel Navas
La controversia en sus planteamientos y estilo de vida, han sido los principales elementos que le han valido al candidato libertario, Javier Milei; la adhesión de seguidores o, por el contrario, detractores del conglomerado argentino, quienes claman por un cambio en el sistema de gobierno.
Bajo el lema: “No vine a guiar corderos, vine a despertar leones”, el economista, trata de salirse del prototipo político tradicional y abrirse paso hacia la presidencia de la república, atrayendo el interés del electorado con temas que agitan el debate público; lo cual hace que no se pueda perder de vista a este candidato que, a pesar de representar una fuerza alternativa, sin vinculación con los polos más poderosos, emerge con la bandera del partido “La Libertad Avanza” y podría dar una sorpresa.
Su definición de “anticasta política”, vendría a ser una crítica a los políticos tradicionales, que gozan de privilegios circunstanciales, y no les interesa un cambio real; estima derribarlos al medirse en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), el primer reto a enfrentar hacia la Casa Rosada, el próximo mes de agosto.
La dolarización de la moneda y el cierre del Banco Central son las medidas principales que aspira implementar para acabar con la crisis económica de su país.
Para comprender los niveles ascendentes de aceptación de la propuesta de Milei hay que hacer un recorrido histórico por los gobiernos de las últimas dos décadas, de la República Argentina.
De la “era K” a Macri
Recordemos a los protagonistas de la llamada “era K”, en alusión al kirchnerismo (movimiento político de centroizquierda surgido en el año 2003), cuya ideología caracterizó a los gobiernos del presidente Néstor Kirchner (2003 – 2007) y, luego a su sucesora, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007 – 2015), tras el fallecimiento de su esposo en el año 2010.
Veamos cuáles fueron las medidas y decisiones que fueron aplicadas por este movimiento político:
La denominada “era K”, contó con ventajas económicas que no tuvo el breve lapso de Macri; entre ellas, el precio récord de las materias primas (soja), rubro principal de exportación en la economía del país.
Esta bonanza mantuvo los subsidios millonarios del transporte y energía implementados durante la crisis del año 2001. En el transcurso de la crisis económica mundial de 2008, el gobierno aumentó el gasto público y fomentó el consumo interno, lo cual se tradujo en el incremento de los niveles de inflación (25%), para el año 2014.
Para el segundo mandato de Cristina Kirchner se puso en práctica el famoso “cepo al dólar”, que consistía en medidas restrictivas en la compra de divisas, las cuales, poco tiempo después, fueron revertidas y retomadas nuevamente al final del gobierno de Macri, en 2019; posteriormente Alberto Fernández las continuó.
La “era K”, ante la opinión pública…
La “era K”, ante la opinión pública, estuvo tildada de numerosas denuncias de corrupción, debido a que la fortuna de los Kirchner se incrementó en más de mil por ciento, a través de negocios inmobiliarios.
Sin embargo, al asumir Néstor Kirchner en el año 2003, logró reducir los niveles de desempleo del 17% al 7%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Otro elemento importante, dentro del análisis, es lo que se denomina «la grieta», que se trata de la polarización de la sociedad argentina, entre los seguidores de los Kirchner y todo aquel que se le oponga. Esto es un elemento nuevo, que surge como consecuencia directa del discurso político utilizado por ambos actores.
Luego de 12 años de Kirchnerismo, Macri es elegido como presidente para el período 2015-2019, su gestión de gobierno se centró en el desarrollo de la infraestructura y una política exterior aliada a Occidente. Fue relevante el préstamo que solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI), que fue sobreestimado y sin duda representó un desacierto para mantener una economía equilibrada; generó otra crisis económica que heredó la segunda etapa de la “era K”: el gobierno de Alberto Fernández, quien pese a esa crisis económica mantuvo los planes sociales.
El retorno de la corriente K lo protagoniza Alberto Fernández, presidente electo en 2019. Gobierno que incrementó la inflación y, por ende, el aumento de la crisis económica, aunada a la pandemia y unas medidas muy restrictivas por la cuarentena más larga del mundo. Resaltaron, además, las evidentes y públicas discrepancias con su vicepresidenta Cristina Kirchner.
Milei: Un espacio para el liberalismo
Argentina ha galopado dos décadas en una economía realmente inestable, con sus altos y bajos, que han mermado la confianza hacia los partidos tradicionales: Unión por la Patria (antiguo Frente de Todos) y Juntos por el Cambio. Ello genera un campo político propicio para propuestas antagónicas y radicales, tal es el caso de Milei, con “La Libertad Avanza” (LA).
Javier Milei, quien se define como “liberal libertario”, o anarcocapitalista (capitalismo con minúscula regulación), propone la disminución de los planes sociales, del gasto público, y de impuestos; dolarización de la economía; clausura del Banco Central de Argentina; reducción de la cartera ministerial y reformas en seguridad, salud y educación.
Contempla otras medidas, que forman parte de un plan que pretende desarrollarse en tres etapas, que abarcarían un lapso de 35 años, representando así un cambio total de paradigma en la dinámica argentina, que pasaría de ser un Estado paternalista a uno liberal.
Las PASO podrían ser decisivas
Las elecciones presidenciales de Argentina, este 2023, se llevarán a cabo el domingo 22 de octubre junto con las elecciones legislativas. Las reglas electorales contemplan la realización de una segunda vuelta si ningún candidato alcanza el 45% de los votos o más de 10 puntos de diferencia si supera el 40 %. Previamente, se definirán los candidatos de cada fuerza en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), pautadas para el próximo 13 de agosto.
Se medirán, por los principales partidos, las siguientes fórmulas:
- Unión por la Patria:
Sergio Massa- Agustín Rossi
Juan Grabois -Paula Abal Medina
- Juntos por el Cambio:
Horacio Rodríguez Larreta (PRO) – Gerardo Morales (UCR).
Patricia Bullrich (PRO) – Luis Petri (UCR).
- La Libertad Avanza:
Javier Milei – Victoria Villarruel.
- Frente de Izquierda
Miryam Bregman – Nicolas Del Caño
Gabriel Solano – Vilma Ripoll
- Hacemos por nuestro país
Juan Schiaretti – Florencio Randazzo
Además de otros partidos menores.
La elección de las PASO son un termómetro para determinar quién tiene mayores probabilidades de llegar a la Casa Rosada, sin embargo, luego del proceso se pueden realizar alianzas que pudieran cambiar las estadísticas; eso aunado a los niveles del discurso radical hacia la población general que, sin duda, se incrementa por parte de los candidatos con mayores probabilidades; de hecho, hace apenas algunos días, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof declaró: están «dispuestos a asesinar» para «llevar adelante el ajuste»; haciendo referencia al sector opositor.
Esta campaña del miedo, forma parte del discurso…
Esta campaña del miedo, forma parte del discurso que comienza a subir de tono en busca de coaccionar a la ciudadanía para que descarte darle el voto a un sector, por temor a unas posibles consecuencias catastróficas, tras las advertencias de poner orden, como ha referido Milei al decir que “no es mano dura, es mano justa”, luego de ser consultado en algunas entrevistas, sobre su política ante la inseguridad y la delincuencia.
¿Esto será suficiente para mover a las masas? ¿Para que la gente, de verdad, se sienta coaccionada y lo refleje en las urnas? Quedará ver si los argentinos se dejarán convencer por esta estrategia. La expectativa es que se resuelva la situación económica del país; sin embargo, en las últimas semanas se han presentado cuestionamientos en torno a presuntas ventas de candidaturas por parte de Milei, y no se puede predecir cómo influirán estas denuncias en las PASO.
Las PASO, por lo general, tienen la razón. Son una especie de encuesta oficial y es poco probable que cambie el resultado en octubre, por lo que el próximo mes de agosto se definirá prácticamente el inquilino de la Casa Rosada.
Publicado originalmente para PolitikaUcab, reproducido con autorización de su autor.
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