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Américo De Grazia | Maduro levanta tus sanciones

Américo De Grazia
Caracas, 30 de mayo de 2022
“Nada sale más caro que lo ofrecido por el gobierno de modo gratuito”. Grafiti

Maduro pretende imponernos su narrativa, decirnos de qué hablar, cuándo hablar y cómo hablar. Hay que levantar las sanciones, sí, las que su régimen le impuso a los venezolanos. Sanciones más crueles que cualquier otras porque son como esos medicamentos de liberación prolongada que penetran todas las células del cuerpo, y por largo tiempo. Así, el saqueo, la corrupción, hegemonía del poder, la impunidad, el control social, la fusión del Estado con el partido, el gobierno y las fuerzas armadas en un solo mazacote hacen de exterminador de la salud de Venezuela. El exprópiese, el dejar morir de mengua a las universidades, la invasión a fincas productivas, la ruina de las empresas del Estado, la quiebra de PDVSA, el colapso eléctrico; es parte de esa liberación prolongada. El centralismo totalitario y asfixiante, otro mas. La intolerancia despótica y el nepotismo, la reelección indefinida. Haber armado y empoderado a los criminales como instrumento de control político, económico y social; convertirnos en territorio ocupado por narcoterroristas e hipotecada nuestra independencia con países extranjeros. ¡Ese es el origen del mal! No debemos comernos el trillado cuento de “qué fue primero, el huevo o la gallina”. El régimen pervirtió primero y cacareo después.

Maduro debe levantar las sanciones que su régimen le ha impuesto a los venezolanos a lo largo de las últimas dos décadas. ¡ Ese es el punto! Nos quitaron el acceso a toda fuente de energía eléctrica, gasolina o gas. Y con ella acabaron con el servicio de transporte en todo el territorio nacional, incluyendo el Metro. Nos suspenden el agua por falta de servicio, las telecomunicaciones y servicios de internet son parte del caos inducido. Convertido en un lujo de acceso costoso e inaccesible al ciudadano de a pie.
Levántele las sanciones impuestas a los trabajadores venezolanos con el “memorándum 2792” que le expropia todos los beneficios contractuales conquistados en los últimos 100 años de luchas sindicales. Restitúyales el salario convertido en bonificados, reintegre a sus nóminas originales a los trabajadores de la administración pública y sáquelos del ghetto y la oprobiosa “lista de la patria”, manera cínica de excluir a los más vulnerables. Devuelva la libertad sindical conculcada por su propio “poder electoral”. Libere a todos los presos políticos incluyendo a los trabajadores, torturados y enajenados por oponerse a sus sanciones contra los venezolanos. Libere a los militares que están presos porque no se prestaron a convertir a la institución armada en un prostíbulo, y que ustedes torturan y asesinan en las ergástulas del régimen. Levántele las sanciones de hambre a los pensionados y jubilados condenados a hurgar en la basura para comer o morir desnutridos en sus propias casas.

Levántele las sanciones impuestas a nuestro frágil ecosistema con su agresivo “arco minero”, que devasta a diario nuestro territorio y al de los pueblos originarios por oro de sangre. Envenenando nuestras aguas, deforestando nuestra amazonía, arrasando nuestros parques nacionales, ríos, lagos, playas y montañas.

Señor Maduro, levánteles las sanciones a nuestro signo monetario, a nuestra autonomía universitaria, a la descentralización, a las razones que llevaron a más 6 millones de venezolanos al exilio.

Hoy más que nunca Venezuela amerita acciones de nuestra parte, los demócratas estamos en deuda con los venezolanos del presente y del futuro. Tenemos prohibido reiterar en el error y en el cálculo; tenemos que evitar la calle ciega de la estupidez política, recreándonos en análisis juiciosos pero sin conclusiones asertivas. Como decía un desaparecido periodista colombiano, Joaquin Ferrer, en mi Guayana natal, una vez que planteábamos el problema, nos hacia la pregunta de rigor, “…y ahora, qué acciones vas a tomar?”. Sabiendo la naturaleza del mal, la organización criminal que nos ocupa, el origen del problema, entonces, ¿ qué vamos hacer?. Es ahí, donde hemos venido insistiendo desde Guayana, en centrarnos en la solución, más que en el problema. Maduro está ejecutando el plan que los ha sostenido en el poder a lo largo de los últimos 23 años; y nosotros qué. Por eso planteamos las primarias presidenciales, para legitimar de origen y ejercicio un liderazgo presidencial, un centro de dirección política, un plan estratégico y blindar la unidad necesaria. Si hacemos las primarias para privilegiar personalismos o grupos hegemónicos, entonces estaremos consolidando a Maduro. Si lo hacemos de la manera correcta, estaremos allanando el camino a la democracia, la libertad y la independencia. De nosotros depende hacer de ella, una gracia o una morisqueta.

*Punto de Corte no se hace responsable de las opiniones expresadas por sus autores, quedando entendido que son responsabilidad de sus autores

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