La decadencia chavista; una opción para comenzar a salir de la tragedia en El Tocuyo. Por Carlos Silva

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Caracas, 08 de agosto de 2021. Las fuerzas oficialistas son una gran minoría impositiva, imponente y en plena decadencia. Atrás quedaron aquellas emociones y algarabías que generaban “los chavistas” en tiempos de elecciones, era evidente que lograban imprimir en el seno de la sociedad su agenda política; afortunadamente y por el bien del país, ya no es así. Desde días antes a cualquier proceso electoral, sin valorar la importancia que éste tenía para el futuro del país, se notaba en las esquinas, panaderías, familias, peluquerías o centros de opinión pública, los reiterativos comentarios del proceso electoral; en ésta ocasión, el de las elecciones internas del ocho de agosto, ni siquiera el cierre de campaña parece haberle interesado a la ciudadanía, sin duda, las mayorías se mueven en un riel, mientras los políticos rojos andan en otro.

En el caso de El Tocuyo-Estado Lara, “el chavismo”, era una fuerza muy beligerante políticamente, en sus mejores momentos, lograron sobrepasar el 70% del apoyo social. Los registros estadísticos o resultados electorales, nos muestran con mucha claridad, que el oficialismo en éste municipio de solo cien mil electores, registraba datos o escrutinios a su favor que superaban hasta por 10% la media nacional. Habían parroquias del municipio Morán, donde “el chavismo” oscilaba el 80%, resaltando una que otra donde llegó a superar el 90% de los votos escrutados en un determinado proceso electoral; la historia ha cambiado y desde hace una década hacia acá, los números favorables han empezado a mermar y sin posibilidades reales de detener el descenso, la política se ha agotado, el proyecto ha sufrido descalabros gigantescos y la gente cada día vive en peores condiciones.

“El cierre de campaña”

Cerrar una campaña electoral es casi un momento orgásmico, es el punto más alto de excitación política, donde se deben producir las más irracionales emociones para alcanzar horas después, la movilización y el voto con absoluta seguridad. La razón opera poco cuando se habla de política de masas, se impone la manipulación, la sujeción, el engaño, la extorsión, o cualquier tropelía violenta o pacífica que puedan ayudar a alcanzar los objetivos del plan diseñado; la realidad, es que el voto es muchas veces más emocional que racional en el caso de la experiencia local.

El ocho de agosto, es un día normal, no hay ningún alboroto, no se perciben personas ni yendo ni viniendo en las calles, no se oye música, ni tampoco parece haber comentarios generalizados; sin duda, estamos en presencia de un evento muy secular y limitado, con escasos niveles de incidencia en las estructuras sociales, es que ya se podía prever desde hace días que sería así, los cierres de campaña de los principales candidatos, fueron minúsculos, vacíos, sin ningún impacto en el imaginario, menos aún en la opinión pública, las personas que aparecen dirigiendo los eventos, son figuras rechazadas por la sociedad, quizás con ascendencia en el séquito oficial, más por temores que por deseos limpios de respeto y decencia. Las movilizaciones no alcanzaron a sumar 2000 personas si se adicionan todos los ciudadanos que participaron con todas las opciones, eso apenas sería el 3.5% de los votos oficiales en las últimas elecciones municipales, y tal vez, un 15% de una movilización respetable del chavismo en aquellos tiempos de efervescencia.

“Mis estimaciones”

El oficialismo oscila en la vecindad del 15%, difícilmente puedan ser más del 20% del REP (registro electoral permanente), no todos ellos acudirán a votar por mucho que hayan perfeccionado sus mecanismos de control, sujeción, extorsión y seguimiento. Una participación de la mitad quizás sea un número realista, es decir, entre 8.000 y 12.000 personas pueden estar ejerciendo el derecho al voto en las elecciones internas en El Tocuyo. El candidato que asegure 6500 votos en el proceso electoral, tendrá más que asegurado su triunfo. El grueso de la participación será en la parroquia Bolívar como es obvio, los electores acá pueden estar entre 6000 y 7000, las parroquias restantes, jugarán un papel decisivo cualquiera que sea el resultado en la capital, porque pueden ayudar a reafirmar la victoria o a remontar una derrota de cualquiera de las opciones en en la capital del municipio.

La movilización del voto será clave y allí operan dos variables: 1) los mecanismos de sujeción, extorsión y convencimiento y 2) la capacidad logística de trasladar a las personas (gasolina y transporte) debido a la concentración de centros de votación, quien haya logrado acoplar mejor la maquinaria con respecto a esas dos variables, podrá alcanzar mejor funcionamiento de su sistema, unos pueden tener el mecanismo extorsivo de sujeción o convencimiento, pero no poder movilizar a las personas, otros pueden tener como movilizarlas, pero no contar con los dispositivos que obligan y hacen votar a su favor, quien logre unir en perfecta armonía esos dos elementos, se hará con una pírrica victoria porque arrastrará más a su escasa y deprimida militancia; presenciamos entonces, una batalla entre iguales que pugnan por el botín.

Los resultados”

Solo los creerá el ganador, quien salga derrotado pondrá un asterisco sobre los números y hay altas probabilidades que los objete, más aún, si son los candidatos que no ostentan el poder, en el caso de quienes participan administrando la tesorería local, serán mucho más cautelosos a la hora de navegar en contra de los designios nacionales, por aquello de que “la cuerda revienta por el lado más débil”; es un evento electoral, donde todos saben que los números finales no serán la realidad, sin embargo a muchos les gusta jugar el eterno juego del suicidio, una pasión aprendida como los hobby de los jóvenes en los Estados Unidos, “matarse para ser libres gritan algunos”.

“Una ventana para la oposición y el país”

La pírrica fuerza del oficialismo es más que evidente, y representa una opción interesante para las fuerzas opositoras, si éstas se deciden a participar en fórmula de candidato único, difícilmente salgan derrotadas si logran excitar a la población con la idea del cambio político y la unidad del pueblo morandino en contra de la barbarie y la destrucción. Para ello, se necesitan planes, técnicas y ciencia política. Más del 80% de la ciudadanía rechaza masivamente a “los rojos”, quizás ni siquiera, sus mismos seguidores salgan a votar por ellos, es decir, hay un caudal gigantísimo donde se puede construir una alianza significativa, que fracture el poder oficial, para ello, se requiere de la máxima y total unidad, la gestión de una candidatura decente, que provenga de las luchas sociales, y por supuesto, que sea capaz de aglutinar a todos los sectores, incluyendo a los decepcionados o molestos y cansados del oficialismo; sería una candidatura por la salvación del municipio con los más grandes elementos de amplitud, reconciliación nacional, donde se puedan ver las caras comunistas, adecos, chavistas disidentes, copeyanos y cualquier fuerza que se una a dar los primeros pasos para recuperar la senda del progreso de éste hermoso pueblo tocuyano y con ello sumar a la salida de Venezuela de la angustiante y lacerante tragedia.

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