Caracas, 26 de abril de 2018/-. Este 27 de abril, Kim Jong-un se convierte en el primer líder norcoreano en visitar Corea del Sur desde que la península fue dividida. Bajo el lema “un nuevo comienzo para la paz”, esta corresponde a la tercera cumbre intercoreana de las últimas siete décadas.
Kim ha llegó a la Zona Desmilitarizada de Corea (ZDC) y ha cruzado a pie la línea de demarcación militar (LDM), siendo recibido al otro lado de la frontera por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, con un fuerte apretón de manos.

corea del norte Kim
Kim puso no solo su firma en el libro de visitas de ese complejo, sino también un mensaje de esperanza.
“Una nueva historia comienza ahora”, escribió Kim Jong-un. “[Esta es] una era de paz”, agregó el líder de Corea del Norte.
Localizado en la aldea fronteriza de Panmunjom, la Casa de la Paz ha sido especialmente remodelada para la cumbre y ambos líderes plantarán un pino y develarán una placa de piedra como símbolo de paz.
Para el final de la cumbre se prevé que los equipos de ambas naciones firmen un documento que contendría una declaración conjunta con promesas de ambas partes.
Sin embargo, los analistas han puesto en duda que esta cumbre de las Coreas resulte en un tratado de paz en el corto plazo.
La semana pasada, Kim declaró que su país no necesita ya realizar más pruebas nucleares ni lanzamientos de misiles. Asimismo, aseguró que Pionyang no usará armas nucleares, siempre que no surjan amenazas o provocaciones de ese tipo contra Corea del Norte.
El presidente estadounidense, Donald Trump, aplaudió esta postura, asegurando que se trata de un “gran progreso”.
Los expertos señalan que esta cumbre podría sentar las bases para el posterior encuentro entre los líderes de EE.UU. y Corea del Norte, propuesto por Kim y aceptado por Trump. Dicha reunión tendrá lugar probablemente en junio.
¿Será el fin de las pruebas nucleares? ¿Porqué?
Kim deja claro que las está congelando voluntariamente porque siente que su país ya domina el diseño y creación de armas atómicas.
La esperable capacidad explosiva de esas armas puede estar en el orden de dos o tres veces la bomba atómica que Estados Unidos lanzó sobre la ciudad japonesa de Nagasaki al final de la Segunda Guerra Mundial. Lo que es suficiente para los propósitos norcoreanos, razón por la cual según analistas, la nación asiáticas no necesite realizar más pruebas de este tipo.
Los datos sísmicos recolectados el 3 de septiembre de 2017 le dieron al mundo información suficiente como para concluir que Pyongyang cuenta con dispositivos capaces de destruir una ciudad.
Además de congelar las pruebas nucleares, Kim dijo que ya no pondrá a prueba misiles balísticos intercontinentales.
Si bien ha conseguido dominar la mayor parte de lo que es necesario a nivel técnico para amenazar a Estados Unidos, sus capacidad sigue estando limitada por su pequeño número de lanzadores.
Desde un punto de vista táctico, entonces, este autoimpuesto freno a las pruebas de misiles tendría costes bastante limitados, señala la BBC..
El sábado, Kim indicó claramente que con el cese de las pruebas nucleares, concentrará todos sus esfuerzos en “construir una economía socialista poderosa y mejorar notablemente el nivel de vida de las personas”.
Los factores para este cambio, señalan los expertos, han sido el cambio de actitud de China, que ha empezado a aplicar las sanciones internacionales con mayor seriedad, explica el profesor de Estudios Norcoreanos en la Universidad Kookmin Andrei Lankov.
Ese giro tiene también una motivación económica. “Desde su llegada al poder Kim Jong-un siempre ha sido consistente. Quiere mejorar la calidad de vida de su pueblo y lograr el desarrollo económico, y eso lo puede conseguir a cambio de desnuclearizarse”, explica Kim Joonhyung, asesor de política exterior del Gobierno de Moon y profesor de la universidad Handong.
También, se presume que una cumbre con un presidente de EE.UU. es premio suficiente para Kim, pues es algo que ni su abuelo ni su padre pudieron lograr.
Al final, lo que Corea del Norte pierde al demoler su sitio de pruebas nucleares y someterse a una moratoria unilateral sobre los lanzamientos de misiles es tolerable en comparación con lo que gana Kim al sentarse junto al presidente Trump.
Con información de BBC, RT, NTN24, El País