Especial | “Con 20 dólares solventé la comida de ayer y de hoy”: La realidad de la prostitución en Venezuela +Audios

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Caracas.- Niñas y jóvenes salen a diario a las calles. No por diversión, sino por necesidad o sobrevivencia para vender su cuerpo en el trabajo más antiguo del mundo: La prostitución.

En Punto de Corte, salimos a conocer cómo es la realidad de cada una de ellas. Algunas no accedieron a nuestras entrevistas; otras nos pidieron un litro de refresco a cambio de palabras y las restantes hasta explicaron la diferencia entre hacer el amor y tener sexo.

Una de ellas es Vanessa, quien describió su primera vez en el oficio. Relató que salió de su casa con tan solo 15 años por “rebeldía”, pese a los intentos de su progenitora por alejarla de los males que aparecen en las calles de Caracas.

Archivo | Nathalí Vidal

Nadie le explicó qué debía hacer, solo le sirvió “imitar” a las otras mujeres que practicaban esta profesión, para entender de qué se trataba el trabajo y lograr cubrir su necesidad.

“Yo ingresé a la calle cuando todavía era menor de edad, tenía 15 años. Yo en sí salí temprano de la casa y lo que me llevó a hacerlo fue la necesidad porque en realidad vivía en la calle”.

“Mi mamá en ese entonces sí salía a buscarme, pero yo era rebelde. Mi mamá no sabía lo que yo hacía en ese tiempo. Nadie me enseñó, yo lo fui viendo por mi cuenta porque caminaba las calles, vivía en las calles”.

En este sentido, Vanessa, con ahora 34 años, después vivir de más de 15 años en la calle y con siete hijos menores de edad, sigue sobreviviendo como meretriz; a pesar de haber laborado de otros modos, como vigilante o cocinera.

“He trabajado de vigilante, de cocinera, de muchas cosas he trabajado. Yo sé hacer de todo, sé hacer trenzas, sé hacer uñas, pegar pestañas, pegar brackets, sé planchar; hacer cirugías, sé hacer de todo, pero esto es lo que más me ayuda para mantener a mis hijos”.

Cuando le preguntamos sobre las “ganas” o los ánimos que necesita para atender a sus clientes, explicó que no se trata de tenerlos sino de pensar en que necesita cubrir sus necesidades: “porque yo no voy a dejar que mis hijos pasen hambre, teniendo yo cómo resolver”; apuntó, al tiempo que detalló que “siempre finge porque eso es no tener placer”, pues salir a la calle significa “estar con cualquiera”.

Cortesía: Infobae | Referencial

“Todos son menores todavía. No es porque tenga ánimo, uno sale ya por necesidad, así no tengas y bueno, si necesitas; tienes que salir porque yo no voy a dejar que mis hijos pasen hambre teniendo yo cómo resolver”, añadió.

LA POLICÍA Y EL ABUSO DE AUTORIDAD

Entre los grandes peligros a los que deben enfrentarse para conseguir dinero; Vanessa y sus amigas aseveraron que los funcionarios de la policía suelen complicar su trabajo en las calles. Aseguran que “son los más corruptos” y las someten a prácticas denigrantes.

Vanessa advirtió que muchas “han pasado trabajo” e incluso les han llegado a “sembrar droga” para llevárselas y cobrarles multas que van entre los 5 y 10 dólares.

“Aquí nosotros hemos pasado trabajo. En el sentido que yo estaba parada en la esquina y una vez me llevaron y me sembraron. No te voy a decir que nunca me he portado mal, que nunca he consumido, pero en el transcurso de mi infancia yo pasé por eso; fueron etapas de mi vida, pero ya siendo adulta, teniendo a mis hijos, yo me he retirado de esa mala vida; pero he seguido en la calle siendo dama de compañía”.

“Me han llevado, cobran una multa, unos reales, algo para que tú puedas pararte de las calles cuando la calle es libre, o sea, abusan de la autoridad. Ahorita están cobrando 5, 10, a las que le pagan, por lo menos yo no pago, yo le hablo claro, yo tengo muchos muchachos y en verdad yo no puedo pagar pues. Tengo demasiados hijos, yo no puedo pagar, no me da. Ya yo no soy una carajita, ya yo soy una mujer adulta”.

¿EL AMOR O EL SEXO?: UNA PROSTITUTA ENAMORADA

La dama de compañía, además de confesar que finge en el momento de estar con una persona para tener relaciones sexuales, dijo que “no es igual hacer el amor que tener sexo”; pero reconoció que ha “hecho el amor” con alguien, se ha enamorado y que no ha sido feliz durante su tiempo trabajando como prestadora de servicios sexuales.

“Tú puedes tener sexo de repente con cualquiera, pero hacer el amor es muy diferente. Hacer el amor es con pasión, enamorada, que a ti te guste alguien, que te llame la atención y tener sexo es que te paguen y abras las piernas. Que te paguen y si te toca darle pa’ allá…y así…”

“En la calle no. Me he enamorado varias veces pero no de la calle. He tenido relaciones diferentes. No soy feliz, pero la necesidad. Uno nunca es feliz haciendo esto”.

EL RIESGO DE MUERTE O DE SER AGREDIDAS

Sin embargo, la mujer indicó que muchas veces, en su profesión, corren riesgos que pueden culminar de modo fatal para ellas; incluso que sean lanzadas al río Guaire o que les quiten la vida cuando van a realizar el servicio.

En la calle uno corre muchos riesgos, como de conseguirte a un tipo que te haga daño, te lance al Guaire o que te quiten la vida. Muchas cosas, aquí en la calle hay muchos riesgos. He tenido compañeras caídas en la calle, caídas en el sentido que han perdido la vida estando en la calle, han trabajado mucho de noche. Yo no trabajo de noche por eso, es muy peligroso. Los hombres te montan, te arrastran, dos, tres cuatro tipos, te violan, te pican, te matan, te lanzan pal’ Guaire. Uno corre muchos riesgos aquí en la calle.

Archivo | Nathalí Vidal

EL COSTO POR SERVICIO SEXUAL

La trabajadora de la calle dio a conocer los precios por cada “labor”, quedando establecido en: 10$ el sexo oral, 20$ el servicio completo y otros, asegura que es más costoso, como por ejemplo, un trío, que tiene un costo de 50 a 60 dólares.

De igual manera, añadió que en un día considerado por ella como “bueno”, ganas de 150 a 200 dólares.

El oral nosotros lo cobramos en 10 y el servicio a 20 y si quieren otras cosas…es más rial. Hay veces que el tipo solo viene por un oral y te paga bien. No todo es malo porque lo que te ganas en un día en un trabajo, no te lo vas a ganar en un día. Aquí tú cobras en un día malo, 20-30$; en un día bueno te llevas 150-200$, depende…

– ¿Y un trío?

Eso vale plata también, 50-60$, depende.

¿Te ha tocado hacerlo?

Sí…

UNA VIDA DIFERENTE PARA SUS HIJOS

Vanessa, quien estaba acompañada de otras mujeres que prestan el servicio, expresó que le pide a Dios para que la vida de sus siete hijos sea distinta a la que ella lleva. Sin embargo, contó que “no todo se arregla con dinero”, los niños necesitan “el calor de sus madres en el hogar”.

De igual manera, añadió que sus hijos que son mayores de edad, cuidan de los menores en la casa de la que ella es propietaria. “Mis vecinos saben que yo salgo a trabajar, me apoyan”, dijo.

“Me marca la vida es porque tengo a mis hijos y no quisieran que pasaran también por lo mismo. Me siento marcada en ese sentido porque tus hijos como tú los crías; es como vienen y es lo que uno no quiere que ellos pasen por eso. Entonces yo me siento marcada porque nada más le pido a Dios que la vida de ellos sea diferente para que ellos no pasen por lo que yo he pasado”.

  • ¿Consideras que estás haciendo algo para que su vida sea distinta?

“No, claro que no porque estoy en lo mismo, estoy en la calle, con la diferencia que ya tienen estudios, no les falta nada. Están en la casa pues, pero no es igual porque el deber de nosotras las madres es darle calor a nuestros hijos en el hogar; no pasarla ahí en la calle todo el día, toda la noche en la calle y todo no se arregla con dinero. No todo es dinero”, manifestó.

LAS ENFERMEDADES PRODUCTO DE LA PROSTITUCIÓN

Además de la sus hijos, su salud también la valora, en especial cuando se trata de cuidarse de las posibles enfermedades venéreas, que aunque el dinero le permita cubrir algún tipo de necesidad, la protección la considera como lo más importante.

“Uno tiene que cuidarse. Uno aquí en la calle está propenso a muchas enfermedades. Todas estamos propensas a tener una enfermedad. Uno tiene que cuidarse, tiene que entender que el dinero no te va…Sabes que la mayoría de las personas, de repente, te voy a dar 100 dólares pa’ que tires sin preservativos y no lo puedes hacer porque esos 100 dólares se van a acabar y la enfermedad te va a quedar. Eso es algo que uno la mujer en la calle tiene que comprender. Bueno, yo que tengo tiempo sé que eso es así”.

Archivo | Nathalí Vidal

En este sentido, recordó a sus amigas que se han contagiado con el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) que ataca el sistema inmunitario del cuerpo y que han muerto a causa de esto. También resaltó que el olor o el aspecto físico, muestran cuando una persona está enferma; aunque ignoren esto e hizo un llamado a tener prudencia.

“He tenido amigas que han estado enfermas de Sida, de muchas enfermedades y han muerto también porque no se han cuidado y el que tiene el Sida, es el que llega relajado, el que porta el VIH. El portador no se muere así como así, el que se muere es el que contagia, con una gripe, cualquier cosa. Eso es una cosa delicada, no todo el mundo la conoce. Igual que cuando uno va a hacer un oral, uno tiene que revisar lo que va a hacer, el olor. La mujer bota mal olor en el cabello, esa mujer está enferma. Hasta el hombre antes de penetrar a la mujer tiene que meterle el dedo en la cuchara y olerlo; porque si eso huele mal, está enfermo. Muchas cosas…Igual uno la mujer, si tiene muchas pepas, mucha vaina, ni porque te pongas preservativo, le digo que no y le quito los reales por cochino. Claro, porque eso es una cochinada, si tú sabes que estás enfermo, por qué dañarle la vida a otro que de repente lo hace por necesidad, por c*ñ* e’ m@dr*d*. Si a ti te infectaron fue porque no tuviste la prudencia. En el momento estás caliente y después pasas a lo peor, a la segunda fase que es la enfermedad y puedes tener hasta la muerte”.

EL CONTROL GINECOLÓGICO

La trabajadora sexual explicó que el personal del Ministerio de Salud aplica pruebas para descartar enfermedades en ellas y que incluso les obsequian preservativos.

“Nosotros como tal no vamos al médico. Hay un grupo de personas que son de la sanidad y mensualmente, todos los 30 pasan y nos hacen la prueba de VIH; todas las pruebas y ellos mismos nos la entregan. Nos regalan preservativos y eso”.

Aunque son años los que ha permanecido en la calle, explicó que quienes llegan a ejercer como prostitutas, es porque tienen necesidad.

“Pienso que si una persona llega a la calle es por necesidad. Aquí han llegado mujeres que no han sido estudiadas, que no tienen un título, no tienen una palanca y no trabajan. Aquí han llegado mujeres desde carajitas, 14-15, desde carajitas. Yo el consejo que les doy es que no trabajen de noche”.

UNA AMIGA LA INTRODUJO EN LA PROSTITUCIÓN

La cara invisible de Caracas prosiguió con una mujer que con 24 años, usando un vestido corto vinotinto, tez morena, cabello rizado y tres hijos; llegó a la calle que la ha arropado por tres años tras una necesidad, a través de una amiga que la introdujo a ese mundo desconocido por muchos.

“Tenía necesidad, vine, me trajo una amiga y empecé a trabajar. Llevo tres años”.

Luego agregó que ha sido agredida mientras trabaja, pero cuando sucede esto, solo corre para huir de ese tipo de personas.

También confesó que cobran el servicio de 20 dólares por adelantado y que si en el momento que esté teniendo sexo, quien la contrata abarca mucho tiempo, se detiene y lo abandona.

“Hacerlos que acaben rápido, sino se quedan ahí así. Lo importante es cobrarles el dinero por adelantado”.

Sobre la cantidad de hombres en un día, indicó que todo depende de cómo fluya, pero también de los clientes, pues algunos ofrecen más cantidad de dinero que otros; y hasta se enfrentan a los que buscan entregar comida a cambio de sexo.

“Hay días que son buenos y uno hace más. Todo depende del cliente con el que estés, porque a veces uno te puede dar más de lo que te de el otro. Con dos hago 50-70 dólares, mínimo porque hay unos que te dan 80 – 100 dólares”, dijo.

Archivo | Nathalí Vidal

Acompañada de una de sus amigas, negó que viviera el momento de crisis en que aceptaban realizar el servicio a cambio de comida. Sin embargo, explicó que hay quienes continúan ofreciendo este tipo de pago.

“Hay quienes te quieren entregar comida, esa de Mercal por un servicio. A veces lo hago, pero a veces no porque estoy más pendiente del dinero”.

Por último, finalizó diciendo que desearía tener otro tipo de vida y estudiaría para tener un mejor futuro.

REBUSCARSE A LOS 18 AÑOS EN LA PROSTITUCIÓN

La siguiente era una joven de 18 años, con ojos achinados, cabello liso, que vestía con una falda blanca y camisa rosada que posaba en una de las avenidas populares de Caracas.

Con una bebé de dos años, empezó a salir para prostituirse y, de esta manera, busca rebuscarse, pero asegura que en cualquier lado pueden correr peligro.

“Yo comencé hace muy poco. Tengo una bebé de dos años a quien necesito darle pues…¡La necesidad!”, expresó.

“El peligro lo corremos ya sea aquí o en cualquier lugar porque en todos lados hay peligro. Obviamente uno debe tener precaución porque como hay hombres malos, también hay muchas cosas malas en la calle”, añadió.

Asimismo, considera que a veces no resulta rentable, pero existen los que les pagan el servicio a precios más altos, siendo lo “atractivo” de su profesión, aunque coincide con las demás al cobrar 20 dólares a cambio de sexo. A pesar de esto, cuando está sin ánimos para intimar con personas desconocidas, dijo “prefiero no venir”.

En este sentido, el amor también ronda por las calles caraqueñas, pero asevera que no es su caso porque aún no se ha enamorado de alguno de sus clientes, quienes son algunos más difíciles que otros cuando de eyacular se trata.

Con respecto a los cuerpos policiales, indicó que cuando las buscan, ellas deciden esconderse y alega que estos “son mafiosos y más si andan con menores de edad”, pero no quiso ofrecer detalles de qué aplican en esos casos los funcionarios.

LOS POLICÍAS APLICAN LA VIOLENCIA

Continuando con los uniformados, una de ellas, proveniente de Guárico, e identificada como Lucía (para proteger su identidad), dijo que los funcionarios no las dejan trabajar y que las han agredido, incluso “decomisándole el dinero”.

“Los policías son demasiado arrechos. No dejan trabajar a uno aquí. Yo trabajo por mis cuatro hijos que yo tengo. Tengo un hijo recién nacido. Estos días una policía, por cierto, se metió conmigo. Hasta la plata que me iba a dar el muchacho me la quitó ella, me halo por los cabellos y todo. Se la pasan corriéndome de aquí.

En este caso, destacó que le desagrada su vida, pero realiza los servicios sexuales por 20 dólares para poder mantener a sus hijos.

Archivo | Nathalí Vidal

“Todo el mundo me conoce aquí. Ya yo tengo tiempo trabajando en esto y lo hago por mis hijos, por más nadie. No me gusta esta vida”.

Así como mi mamá me dijo: “V*rga hija, necesito una medicina de emergencia. Yo no tenía ganas ni de salir. Y yo: Bueno, mamá. Voy a salir porque la niña está muy enferma. Salí de emergencia porque mi hija se me estaba muriendo. Mi hijo también estaba enfermo en estos días. Sin caerte a mentira, yo me he sentido mal”

A pesar de ser una mujer que tiene responsabilidades en su hogar, dijo que en el momento que alguien la agreda, “tiene que resolver sus problemas ella sola. Uno tiene que tener mucho cuidado”.

“En estos estaba una muchacha y tenía una niña, un niño de un mes de nacido y parece mentira, le arrancó la falda un motorizado. Cuando lo vieron las otras muchachas, nos quedamos con la boca abierta”, detalló.

“Hace años, cuando era carajita me violaron. Me hicieron daño demasiado”.

Por otra parte, Lucía aseguró que autoridades buscan llevarse a las damas de compañía a otros lugares.

“También están diciendo que se quieren llevar a la gente de aquí a otro lado”, dijo.

Pero la calle continúa dispuesta para ellas y siguen trabajando, aunque afirmó que en caso de no desear estar con una persona, “uno lo hace rapidito”, “me toca fingir”. Aunque en el momento que rechaza a alguno de los clientes, expresa que se molestan.

UNA AMENAZA EN MÉRIDA LA LLEVÓ A LA PROSTITUCIÓN EN CARACAS

Por último, otra mujer rondaba las calles de Caracas con un vestido azul floreado y contó en exclusiva a Punto de Corte que llegó a la capital desde la ciudad de Mérida huyendo porque asesinaron a su papá y las autoridades hicieron caso omiso sobre esto.

Además, la joven, a quien llamaremos Carolina para proteger su identidad, expresó que a su progenitora la amenazaban con que me quitarían la vida y que también la parcela donde producían alimentos, estaba al borde de la quiebra.

Así que decidió escapar para darle una mejor vida a su hijo de cuatro meses, una niña de tres años que está bajo sus cuidados, a sus hermanos de seis y 16. Sin embargo, detalló que su mamá desconoce la verdad de qué está haciendo en Caracas y a qué se dedica.

“Tengo un carajito de cuatro meses que me pide leche, me pide alimento y pañales….Y una niña de tres años bajo mi responsabilidad, un hermano de seis años y uno de 16. Obviamente mi mamá no sabe esto. Mi mamá me preguntó qué estaba haciendo yo en la calle y le dije: “Mamá, yo salí a buscar trabajo”. Yo no le voy a decir: “Mamá no tengo nada para darle de comer a los carajitos”. Yo no le voy a llamar y decirle: Mami no hay alimentos, mami no hay comida”, dijo.

Carolina

De igual forma, indicó que su padrastro era quien cubría sus gastos, pero ahora, obtiene 20 dólares por servicio para solventar, cuidándose de enfermedades de transmisión sexual (ETS), utilizando preservativos.

-Ayer me gané 20 dólares, con eso solventé la comida de ayer y de hoy”, dijo.
– ¿Te cuidas con preservativos…?

-Preservativos. Uno nunca sabe por lo menos qué infección tenga yo…

Por otra parte, Carolina afirmó que la policía las molesta cuando están trabajando, pero a veces las respetan.

Son sapos. ¿Qué policía no es sapo?. Por lo menos, a nosotros no nos han l*d*ll*d* porque está ella. Ella vive cerca de la casa. A mí me da vergüenza decirle a mi mamá. Yo tengo una niña de tres años y a mí no me gustaría que ella pasara por esto. Yo quisiera que ella fuera mejor que yo.

LA FAMILIA Y LA GANANCIA POR SERVICIO SEXUAL

Carolina expresó que los papás de sus hijos nunca velaron por ellos y que quien lo hacía era su padrastro, por tanto, nunca buscó trabajo, siendo esta la primera vez que labora

Nunca conté con el papá de la niña. Con el papá del niño, tampoco. La que me da todo es mi mamá. Por lo menos ahorita no tengo ropa y le digo: “Mamá, cómprame un pantalón”. Yo nunca he trabajado, es más, quisiera encontrar un trabajo. Te soy sincera, yo nunca he trabajado, dijo.

Entre tanto, señaló que a diario, lo mínimo que obtiene son 20 dólares, alcanzando alrededor de 600 mensuales.

“Ponte tú que a diario te hagas 20, ¿quién gana más, tú o yo? 20 al mes…

Son 600 dólares. Poniendo que todos los días hagas 20…

Por ejemplo, un día bueno te ganaste 60 dólares, poniendo que todos los días hagas 20. Imagínate, yo no me gano 60 dólares”.

Afortunadamente, el hermano de Carolina, quien desconoce a qué se dedica ella, cuida a dos de los niños pequeños, pero uno de los menores no se queda con él y debe buscar quién se encargue.

Por lo menos, yo antes de venirme tengo que dejarle la comida hecha a los carajitos. Mi hermano los cuida. Él no sabe que estoy haciendo esto. Me cuida a mi hermano y a la niña, pero al niño no me lo cuida, tengo que buscar quién me lo cuide.

Por último, confesó que luego de su permanencia en Caracas durante dos meses, extraña la tierra que la vio nacer y expresó que pronto volverá a Mérida en el mes de septiembre para continuar en el área militar que fue donde inició hace un tiempo atrás, quedando como distinguida.


¿Sabes qué extraño? Mi tierra

-¿Tienes mucho tiempo aquí en Caracas?

Mi papá tiene tres meses muerto. Yo debo tener dos meses. Él en realidad no era mi papá de sangre, pero prácticamente. Yo tenía 15 años, 14 años cuando él estuvo con mi mamá, pero en 5 años él me supo dar el cariño y el calor que mi papá nunca me dio. Yo ahorita en septiembre me vuelvo a ir…

DAMAS DE COMPAÑÍA: LA PROSTITUCIÓN

Un sitio web al que pudimos acceder, ofrece otro tipo de servicios sexuales, dirigido a caballeros, mujeres o tríos y otros.

En el mismo, existen damas que venden su servicio, por ejemplo, de masaje francés platinum súper lubricado y una “excelente aptitud y desempeño”.

Entre los costos de una de 28 años, con busto natural, de estatura 1,60 centímetros, van desde los 1.049 dólares hasta los 24.999.

Pero también la tecnología avanza y existen agencias de damas de compañía en Twitter que presenta a mujeres de 18 a 25 años y que realizan su actividad en hoteles, por un costo mínimo de 20 dólares.

Otra de las formas que hoy en día buscan muchos para poder llevar un ingreso a sus hogares es el Onlyfans, donde mujeres, hombres, LGBTI y otros, venden los denominados “packs” con fotos o videos.

Las entrevistas fueron realizadas en un tono muy amistoso para lograr acceder a ellas. Se escucharán risas por comentarios realizados por las encuestadas. Asimismo, están basadas en preguntas que distintas personas deseaban hacerles.

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