Enrique Ochoa Antich vuelve a invitar a debatir a Diosdado Cabello

El activista de los derechos humanos, Enrique Ochoa Antich; respondió a los nuevos señalamientos que hiciera Diosdado Cabello en su contra
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Caracas-. El activista de los derechos humanos, Enrique Ochoa Antich; respondió a los nuevos señalamientos que hiciera Diosdado Cabello en su contra, la noche del miércoles, quien lo criticó por una carta que este envió a Maduro y al general Padrino López, en la que insta a evitar la presencia de oficiales militares en el programa “Con el Mazo Dando”.

Carta

Por fin pude ver hoy jueves en la noche algunos trozos del programa de Diosdado Cabello en que alude a mi solicitud al Presidente y Comandante en Jefe de la F.A.N. y al Ministro de la Defensa para que, en respeto a la Constitución y a la institución militar, los oficiales activos no participen en su programa como solidarios acompañantes del discurso partidista del moderador.

Voy, como suelo hacer en estos casos, a dirigirme al propio capitán Cabello.

A ver, Diosdado:

No es verdad que el programa Par de calvos en que participé haya tratado acerca de mis relaciones con usted. Le digo a usted lo que usted me dijo una vez a mí: ¡siempre es bueno controlar el ego! Carvajalino, Vladimir y yo hablamos de todo, ¡hasta de Putin!, y sólo ocasionalmente nos referimos a Con el mazo dando.

Es verdad que usted y yo nos hemos visto sólo una vez, cuando mi visita al Lino de Clemente donde estaban presos los tenientes implicados en el 4F. ¡Nada cuesta agradecer, capitán Cabello! Por una vez en su vida, reconozca con gratitud que el suscrito con muchos otros defendió los ddhh de los oficiales detenidos. Ser malagradecido no es bueno.

Que pretenda descalificar éticamente a mi hermano, un general retirado de 84 años, no lo engrandece, capitán Cabello. Usted sabe que mi hermano, luego de 30 años de servicio y de ser Ministro de la Defensa y Canciller, regresó a vivir a su mismo apartamento de toda la vida, herencia materna, por cierto. Sólo con sus ahorros de embajador en México pudo comprarse otro más amplio, única propiedad que posee. Su honradez nos enorgullece a todos sus hermanos. Y no olvide que si Hugo Chávez sobrevivió al 4F fue porque Fernando prefirió negociar una rendición honrosa antes que bombardear el Museo Militar, como se le ordenó.

Yo sé que los militares saben quién es usted: un político que quiere convertir a la FAN en un brazo del partido/Estado que es el PSUV. Y eso no está bien. No pretendo ofenderlo al decir esto, capitán Cabello, sólo se trata de una definición política. Algunos oficiales, lamentable y erradamente, comparten ese proyecto suyo. Pero no creo que la mayoría de la institución militar lo haga. La independencia de la FAN de cualquier militancia política no sólo es un mandato constitucional sino es un deber moral.

Me congratulo, dicho sea de paso, porque al menos en esta emisión número 401 no hayan participado o al menos no hayan sido mostrados en cámara oficiales de nuestra querida Fuerza Armada.

Permítame decirle que yo estimo y quiero a la institución militar al menos tanto como usted dice quererla. Crecí en un hogar orgulloso de que un tatarabuelo nuestro haya sido coronel del Ejército Libertador, varias veces herido en batalla; que un tío abuelo haya sido uno de los 60 que invadieron con Cipriano Castro; y que nuestro padre haya sido, con grado de mayor del Ejército, el último que con las armas en la mano defendió al gobierno del general Isaías Medina Angarita, más allá de las críticas que pueda hacérsele al régimen militar andino.

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Me conmovió que usted hablara de falta de cariño. Quiero asegurarle que mis críticas no tienen nada de personal contra usted. Lo que censuro no es una conducta personal sino un modelo autoritario de partido/Estado que los chavistas y los simpatizantes del gobierno del Presidente Nicolás Maduro deberían ser los primeros interesados en conjurar.

Para terminar, capitán Cabello, vuelvo a invitarlo a debatir de estos y otros temas ante el país. Sé que usted no teme defender con pasión sus ideas así que ¿por qué no ofrecerle al país ese ejemplo de convivencia democrática? No pierdo la esperanza de que alguna vez usted acepte mi insistente exhortación.

Reciba mis respetos.

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