Caracas, 22 de octubre de 2021.-
El experto en criminología, Sergio Rubio ofreció algunas claves en relación a cómo funcionan las armas de fuego en los rodajes cinematográficos, esto a propósito del accidente donde se vio envuelto el actor Alec Baldwin y que cobró la vida de Halyna Hutchins.
Rubio, explicó que en las películas de acción fuerte, las armas de fuego que se utilizan son reales, sin embargo, son reconvertidas para utilizar proyectiles de fogueo, es decir que cuando se dispara produce un fogonazo o ruido.
“Esto es debido a que en escenas donde van a dedicarles toda su presencia en cámara, el espectador no vea que son pistolas de plástico”, precisó el experto.
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Es importante destacar que aunque es un proyectil de fogueo, y está hecho para dar fogonazos, aún así contiene una “vaina” o también conocida como munición metálica.
Estas vainas tienen fulminante, pólvora y gases, por lo que Rubio acota que puede haber ocasiones en las que, estas armas terminen “causando heridas graves o muertes si se dispara a distancias cortas”.
“Lo peor es que los proyectiles de fogueo son fáciles de confundir con vainas reales. Y, por subnormal que parezca, hay ocasiones en las que por tremenda irresponsabilidad, se cargan proyectiles reales en armas de fogueo y acaban en fatalidad. Caso Brandom Lee, el mayor ejemplo”, señaló a través de una serie de mensajes en su cuenta Twitter @SergioSrRubio.
Para Rubio, a la hora de usar armas de fuego en un set de grabación debe respetarse una norma elemental de balística exterior.
“Todo proyectil seguirá una trayectoria parabólica predefinida (Salvo variables) que no se detendrá hasta que pierda energía cinética o el arribo al blanco”, comentó.
En el caso del famoso actor, cuando “disparó hacia la dirección que le indicaron, sin saber que era un proyectil real, este proyectil viajó una trayectoria que no se detuvo hasta alcanzar un blanco. Y por desgracia en este caso, fue una víctima humana”, lo que se le atribuye al desconocimiento del armero que se encontraba en la grabación.
Para el especialista en criminología, en el caso de Baldwin, no se debe responsabilizar al autor del disparo. “Sino aquel responsable del arma (armero) que no se encargó de revisarla y que cometió el dolo y error vencible de colocar proyectiles reales en el arma del actor”.
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