Caracas 11 de agosto de 2021. Al menos 25 enfermeras y médicos han muerto, 37 han resultado heridos y 190 trabajadores detenidos por las fuerzas de seguridad en los primeros seis meses tras la sublevación militar, según los datos de los analistas de Insecurity Insight, la ONG Physicians for Human Rights (PHR) y la Universidad estadounidense Johns Hopkins.
Los soldados y policías, además, han ocupado 55 hospitales y allanado otros 86 centros de salud a lo largo del país, apunta el grupo en un comunicado.
Médicos y enfermeros “han sido blanco de ataques por brindar atención médica a los civiles heridos”, mientras que otros profesionales han sido represaliados por su vínculo con el Movimiento de Desobediencia Civil, que con sus manifestaciones y huelgas ponen en jaque a la junta militar.
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“La violencia contra la atención sanitaria está haciendo descarrilar aún más la respuesta contra la covid-19 en Birmania y la administración de la vacuna”, destaca el comunicado.
ONGs internacionales denuncian que la junta militar utiliza la pandemia como un arma contra la disidencia al prohibir la venta directa de oxígeno sanitario y confiscar el suministro, algo que el régimen niega. En julio, según el informe de Physicians for Human Rights, las autoridades confiscaron equipamiento sanitario y oxígeno en varios incidentes en Rangún, la antigua capital del país y ciudad más poblada, y otras importantes regiones del país con fuerte oposición a los militares como Mandalay, Chin o Kayin.
Con información de AFP