(Caracas, 03 de octubre de 2017).- La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos, aprobó el pasado jueves 28 de septiembre, una resolución de Asistencia humanitaria y “defensa de la gobernanza democrática en Venezuela”, presentada por los congresistas Eliot Engel, Ileana Ros-Lehtinen, Albio Sires y Mario Díaz-Balart.
El instrumento prevé que el secretario de Estado Norteamericano trabaje con organizaciones no gubernamentales que operan en Venezuela, o en países vecinos, “Para suministrar productos de salud pública a los servicios de salud venezolanos”, así como productos alimenticios y los complementos nutricionales “necesarios para hacer frente a la creciente malnutrición y mejorar la seguridad alimentaria del pueblo venezolano”.
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, calificó como una “hipocresía” que el Congreso estadounidense debata un proyecto de ley para promover ayuda humanitaria, en momentos cuando están vigentes sanciones económicas que “afectan a los 30 millones de venezolanos”. Expresó: “El día que sea ley será para Estados Unidos, no para Venezuela, no tiene nada que ver con nosotros, ni con nuestro ordenamiento jurídico interno. Son fanfarronerías politiqueras internas en Estados Unidos”.
La reacción de Arreaza, podría obedecer a que el proyecto de ley también otorga 180 días para que el Departamento de Estado, entregue al Congreso un reporte sobre funcionarios venezolanos que estén vinculados en actos de corrupción y narcotráfico. Además, se ordenaría un segundo informe, sobre la cooperación de la Fuerzas Armada de Venezuela con Rusia, China, Cuba e Irán, sus principales aliados y acreedores comerciales.
A su vez, exhortaría al gobierno venezolano a realizar elecciones libres, justas y transparentes con observadores internacionales dignos de crédito; a cesar la violencia y liberar a todos los presos políticos.
En caso de que el gobierno de Venezuela se negara a permitir la entrada de ayuda humanitaria, el Presidente de Estados Unidos deberá instruir al representante permanente ante las Naciones Unidas, a utilizar la voz y el voto de ese país para asegurar la adopción de una resolución.
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