San Fernando, 14 de agosto de 2021
Los centros de salud públicos del municipio San Fernando, estado Apure, actualmente están abandonados, sin dotaciones de ningún tipo, ni siquiera para atender una deshidratación, tampoco cuentan con servicios básicos óptimos, y sus instalaciones ya están prácticamente en las ruinas.
En el ambulatorio La Defensa, ubicado en la avenida Ruiz Pineda, manifiesta el personal que allí labora, que no cuentan ni con un tensiómetro, o un termómetro, implementos tan básicos y necesarios en un centro de salud.
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La enfermera Aida Tovar, comentó que “solo estamos calentando la silla”, ya que atender una emergencia para ellos es prácticamente imposible. “Asistimos para cumplir un horario, pero no para hacer realmente nuestro trabajo, aquí viene gente a medirse la tensión y no podemos ayudarle”.
“Con todo el dolor del alma tenemos que decir que no, porque es que simplemente no hay nada (…) lo más que hacen los doctores es dar un diagnóstico rápido y lamentablemente que el paciente se las arregle”, explicó Tovar sobre la deficiente manera de trabajar en ese recinto.
Dijo además, que la mayoría de las personas que asisten a ese centro de salud son de muy escasos recursos. “A simple viste se ve cómo las madres traen niños deshidratados por desnutrición, algo sumamente delicado, pero aquí no hay nada para ayudarlos”, manifestó.
Por otro lado, el ambulatorio José Antonio Páez, ubicado en la urbanización Terrón Duro, además de estar necesitado de medicamentos e insumos médicos, también le hace falta “un cariño” a las instalaciones, como pintura y alumbrado.
“Pero, el problema es que siendo un centro de salud público ni siquiera tiene medicamentos e insumos, mucho menos tendrá color de paredes nuevo y bombillos nuevos”, señaló Héctor Ortiz, enfermero del ambulatorio José Antonio Páez.
Además, declaró sobre las malas condiciones del servicio de agua potable en el recinto. “No existe el agua en este lugar, para ir al baño hay que aguantarse o pedir el favor a alguien que viva cerca de por aquí, las luces no sirven así que al llegar la tarde que ya casi oscurece hay que irse, cuando antes aquí se atendía 24/7”, dijo.
Pese a todas estas dificultades, el personal de salud no deja de asistir a sus trabajos, con la esperanza de aunque sea poder brindar un diagnóstico a aquellas personas que van en busca de ayuda médica, y al entrar a los ambulatorios, se llevan una gran sorpresa al saber que ni siquiera hay un tensiómetro.
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Equipo de Prensa de Punto de Corte / Corresponsalía estado Apure
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